Pregunta
¿Qué significa "fiel es el que prometió" (Hebreos 10:23)?
Respuesta
En Hebreos 10:19-39, el escritor bíblico aborda el tema de cómo resistir espiritualmente y mantener el vigor en la vida cristiana. En lugar de retroceder o alejarse de Cristo en tiempos difíciles, exhorta a los creyentes, diciendo: "Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió" (Hebreos 10:23).
La expresión "Mantengamos firme" en el idioma original significa "aferrarnos" o "adherirnos firmemente". Debemos agarrarnos a Jesucristo y no soltarlo nunca. En un estímulo similar, el apóstol Pablo dijo a los creyentes de Corinto que se mantuvieran firmes y se aferraran con fuerza al mensaje del Evangelio (1 Corintios 15:1-2).
Aunque suframos por nuestra fe, nunca debemos renunciar a nuestro compromiso con Cristo, porque Dios, que lo prometió, es fiel para cumplir su Palabra. "No faltó ni una palabra de las buenas promesas que el Señor había hecho a la casa de Israel. Todas se cumplieron", dice Josué 21:45 (NBLA). Cuando nos acercamos a Dios, experimentamos el poder de Cristo para resistir (Efesios 1:19-23; 2 Corintios 12:9).
Incluso nuestra capacidad para aferrarnos a Cristo mientras esperamos el cumplimiento de Sus promesas depende de la fidelidad de Dios para darnos la fortaleza y la resistencia que necesitamos para aguantar (1 Corintios 1:18-25; 2 Corintios 13:4). El poder trascendente de Dios se "perfecciona" en nuestra humana debilidad (2 Corintios 12:9-10). Pedro nos dice que el poder de Dios nos da "todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de Aquel que nos llamó por Su gloria y excelencia. Por ellas Él nos ha concedido Sus preciosas y maravillosas promesas" (2 Pedro 1:3-4, NBLA).
Nos aferramos con fuerza a la esperanza que profesamos, y nos sostiene con firmeza un Salvador que es un gran sumo sacerdote. Él comprende nuestras debilidades: "Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro" (Hebreos 4:14-16). Podemos contar con la misericordia y la gracia de Dios para que nos provea de lo que necesitemos cuando lo necesitemos.
Caminar junto al Señor implica una vida de fe, aferrada a las promesas de Dios. Así ha sido desde los días de Abraham, el padre fundador de nuestra familia de fe: "Abraham siempre creyó la promesa de Dios sin vacilar. De hecho, su fe se fortaleció aún más y así le dio gloria a Dios. Abraham estaba plenamente convencido de que Dios es poderoso para cumplir todo lo que promete" (Romanos 4:20-21, NTV). En Hebreos 11:1, el autor describe la fe como la confianza en las promesas invisibles de Dios. A continuación, presenta a una multitud de creyentes fieles que se aferraron a la esperanza que profesaban. Al final, estos héroes de la fe heredarán la plenitud de las promesas de Dios (Hebreos 6:12-15; 11:32-33).
La perseverancia espiritual y la obediencia constante a Dios tienen grandes recompensas: "No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa" (Hebreos 10:35-36).
Las promesas de Dios, por su naturaleza, son para el futuro. Pero si nos aferramos firmemente a Cristo y a la esperanza que profesamos en Él, "el que prometió es fiel" para llevar esas certezas a nuestras experiencias actuales. En Colosenses 1:27, Pablo enseña que, puesto que Cristo está vivo en nosotros, ya tenemos la esperanza de la vida eterna con Él. Su Espíritu que mora en nosotros nos garantiza que participaremos de las riquezas de Su gloria. Romanos 5:2 dice: "Debido a nuestra fe, Cristo nos hizo entrar en este lugar de privilegio inmerecido en el cual ahora permanecemos, y esperamos con confianza y alegría participar de la gloria de Dios" (NTV).
"Fiel es el que prometió" significa que podemos contar con Dios y con Su Palabra. "Pues la palabra del Señor es verdadera y podemos confiar en todo lo que él hace", declara el Salmo 33:4 (NTV). Las promesas del Señor para nuestro futuro nos infunden esperanza para hoy. Podemos estar de pie, caminar, dormir y despertar seguros de esta verdad: Dios es digno de confianza para cumplir su Palabra.
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¿Qué significa "fiel es el que prometió" (Hebreos 10:23)?
