Pregunta
¿Es la Iglesia Católica una religión separada o una división del Cristianismo?
Respuesta
La Iglesia Católica Romana se considera la única iglesia "verdadera" y rastrea sus inicios en Jesús y los apóstoles. Mantiene que todas las demás denominaciones o ramas del Cristianismo son aberrantes y se han alejado de las verdaderas enseñanzas de la "iglesia madre" y por lo tanto del Cristianismo. Pero, ¿es esto cierto? Nuestro sitio web contiene muchos artículos relacionados con el Catolicismo, sus orígenes y prácticas. Así que este artículo tratará específicamente si la Iglesia Católica es, de hecho, Cristiana o una religión separada por completo.
El Cristianismo, considerado una de las principales religiones del mundo, tiene varias ramas: Catolicismo, Ortodoxia y Protestantismo. Definido de esta manera, el Catolicismo es una división del Cristianismo. Pero el verdadero Cristianismo bíblico no es una religión en el sentido de que uno se "une" a él al convertirse en miembro de una organización. Jesús simplificó lo que significa ser un Cristiano cuando le dijo a Nicodemo que uno debe "nacer de nuevo" (Juan 3:3). Ese nuevo nacimiento es una experiencia individual entre Dios y un corazón arrepentido y no depende en modo alguno de la bendición de un sacerdote, del bautismo o de cualquier otra acción externa que tomemos. Efesios 2:8–9 es claro que la salvación es por gracia mediante la fe en la muerte y resurrección de Jesucristo como el pago total por nuestro pecado. Cuando entramos en esa relación salvadora con Dios, nos convertimos en "nuevas criaturas" (2 Corintios 5:17). Nuestra nueva naturaleza no es esclava del pecado como antes (Juan 8:34; Romanos 6:16). Esta nueva naturaleza produce una vida justa, no para ser salvada, sino porque hemos sido salvados (1 Juan 3:7-10).
En la Iglesia Católica, se han añadido muchas prácticas extrabíblicas que convierten al Cristianismo en una religión diferente. Mientras que quienes se consideran Católicos también pueden ser verdaderamente renacidos, uno no hereda la vida eterna por ser un buen Católico (Tito 3:5-7). Uno puede ser un Cristiano a pesar de ser Católico, al igual que uno puede ser Cristiano a pesar de la asistencia a la iglesia de cualquier tipo. Sin embargo, la enseñanza Católica se ha desviado mucho de la estricta adherencia a la Biblia, añadiendo ideas humanas y "enseñando como doctrinas mandamientos de hombres" (Marcos 7:7). Los Fariseos de la época de Jesús habían hecho lo mismo con la Ley de Dios, y parece que la tradición Católica sigue más de cerca los pasos de los Fariseos que los de los apóstoles.
Uno de los ejemplos más flagrantes de la Iglesia Católica convirtiéndose en una religión separada es en su excesiva sobre-énfasis en la importancia de María, prácticamente tratándola como un cuarto miembro de la Trinidad. La Escritura nos dice muy poco sobre la mujer escogida para dar a luz al Hijo de Dios (ver Lucas 1: 26-56; 2:16-52), sin embargo, la doctrina Católica ha recreado a María y le ha dado un lugar exaltado que la Biblia nunca implica. El Papa León XIII escribió: "Por la voluntad de Dios, María es la intermediaria por quien se distribuye a nosotros este inmenso tesoro de misericordias acumuladas por Dios, pues la misericordia y la verdad fueron creadas por Jesucristo. Así como ningún hombre va al Padre sino por el Hijo, ningún hombre va a Cristo sino por Su Madre" (Encíclica del Papa León XIII, sobre el Rosario, Octobri mense, 22 de septiembre de 1891).
Jesús nunca dijo tal cosa acerca de venir a Él a través de María. En cambio, Jesús dijo: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar" (Mateo 11:28). Jesús declaró que nadie viene al Padre celestial excepto a través de Él (Juan 14:6). Cada parte de la comunicación de Jesús estaba relacionada con Su unidad con el Padre celestial, no con Su madre terrenal (Mateo 11:27; Lucas 10:22; Juan 7:28-29). Sus únicas referencias a Su madre realmente la relegaban al nivel de todos los demás (Marcos 3:32-34) y también aseguraban que sería cuidada después de Su ascensión a Su Padre (Juan 19:27). Eso es todo. Nada acerca de venerar a María o rezar a través de ella. ¿No nos habría dicho Jesús si las palabras del Papa Leo eran precisas?
El Papa Juan Pablo II añadió a la herética deificación de María. Citando al Papa Pío XII, dijo: "Preservada libre de toda culpa del pecado original, la Inmaculada Virgen fue asumida en cuerpo y alma a la gloria celestial al completar su permanencia terrenal. Ella fue exaltada por el Señor como Reina del Universo" (Encíclica del Papa Juan Pablo II, sobre la Santísima Virgen María en la Vida de la Iglesia Peregrina, Redemptoris Mater, 25 de marzo de 1987; cf. Papa Pío XII, Constitución Apostólica Munificentissimus Deus, 1 de noviembre de 1950). La Biblia, de hecho, se refiere a la "reina de los cielos", pero es para reprender a los Israelitas idólatras por ofrecer sacrificios a otros dioses (Jeremías 7:18). La enseñanza de que María es la Reina del Universo es idolatría, aunque la Iglesia Católica Romana no quiera verlo de esa manera. Como mínimo, la declaración del Papa Pío y del Papa Juan Pablo es una fabricación completa y un alejamiento del verdadero Cristianismo bíblico.
Otra fuerte desviación del Cristianismo ortodoxo es la insistencia Católica de que un sacerdote terrenal es necesario como intermediario entre nosotros y Dios. Según los Cánones y Decretos del Concilio de Trento: Cánones sobre el Sacrosanto Sacramento de la Penitencia, "Si alguien niega que la confesión sacramental fue instituida por la ley divina o es necesaria para la salvación; o dice que la forma de confesar en secreto a un sacerdote solo... está en desacuerdo con la institución y el mandato de Cristo y es un artificio humano, sea anatematizado" (Canon VI). La enseñanza oficial Católica, entonces, es que las personas que no confiesan sus pecados a un sacerdote humano no pueden ser salvados y son, de hecho, malditos para toda la eternidad. Esta doctrina contradice 1 Timoteo 2:5, que no podría ser más claro en denunciar las doctrinas Católicas de María y el sacerdocio: "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre".
Mientras hay Católicos sinceros que aman al Señor y no adoran a María o al Papa, las doctrinas mismas sugieren una religión separada basada en obras en lugar de una simple denominación dentro del Cristianismo. Esta desviación de la verdad no es nada nuevo. Cuando Pablo y Bernabé estaban en Antioquía, "algunos que venían de Judea enseñaban a los hermanos: Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos" (Hechos 15:1). Estos falsos maestros habían mezclado la gracia con las obras y estaban creando una fe aberrante que estaba llevando a muchos por mal camino. La Iglesia Católica ha hecho lo mismo al crear una religión llena de leyes, sacramentos y la indebida adulación de otros seres humanos – cosas que Dios nunca sancionó. Ninguno de nosotros tiene el derecho de añadir o quitar de la Palabra de Dios revelada o el sacrificio de Cristo Jesús en nuestro nombre, y hacerlo crea una falsa religión.
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¿Es la Iglesia Católica una religión separada o una división del Cristianismo?
