Pregunta
¿Por qué fue tan corto el ministerio de Jesús?
Respuesta
El ministerio público de Jesús, desde su bautismo hasta su ascensión, duró aproximadamente tres años y medio. Cuando comparamos el tiempo que Jesús ministró en este mundo con el prolongado servicio de un William Carey o un Billy Graham, su tiempo fue realmente corto.
Desde una perspectiva humana, la razón principal de que el ministerio de Jesús fuera tan corto es que fue crucificado - cortado en la flor de la vida, como se suele decir. Precediendo a la traición y crucifixión de Jesús hubo un alejamiento de muchos seguidores (Juan 6:66), una división de la opinión pública sobre él (Juan 7:43), y por supuesto, la creciente ira de los líderes religiosos (Juan 11:53). La sabiduría humana habría aconsejado a Jesús que moderase un poco su retórica, que no alterara el status quo, y que encontrara algún punto común con los poderosos en Jerusalén.
Si Jesús hubiera querido conservar a sus multitudes de seguidores, podría haberlos seguido deslumbrando con milagros todos los días (especialmente los comestibles, Juan 6:26). Podría haber aumentado su atractivo masivo elaborando un mensaje "positivo", elevando la autoestima de sus oyentes, o de alguna otra manera halagando sus oídos. Si hubiera querido prolongar su ministerio, Jesús podría haber evitado por completo la confrontación, salvo que, entonces, no habría tenido ministerio.
La verdad es que el ministerio de Jesús fue breve porque, en tres años y medio, logró todo lo que había sido enviado a hacer. Su ministerio no fue más largo de lo que tenía que ser. Jesús terminó la obra de predicar el evangelio a Israel (Lucas 4:43) y de redimir a la humanidad (Hebreos 7:27). El ministerio de Jesús se llevó a cabo en total sumisión a la autoridad del Padre (Juan 6:38; 7:28). Jesús solo habló lo que el Padre le dijo que hablara e hizo únicamente lo que el Padre le dijo que hiciera (Juan 12:49; 14:10). Su único objetivo era cumplir la voluntad del Padre (Juan 4:34). Y eso es precisamente lo que hizo. Dios envió a su Hijo con una misión, y pronto se cumplió la misión.
La crucifixión no acortó el ministerio de Jesús. La crucifixión fue el punto central de su ministerio. Jesús nació para morir, y su vida era suya para darla: “Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo” (Juan 10:18). Justo antes de su arresto, Jesús oró: “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese” (Juan 17:4). En la cruz, Jesús sabía “que ya todo estaba consumado” (Juan 19:28), y justo antes de morir dijo: “Consumado es” (Juan 19:30).
El ministerio de Jesús fue corto, pero no necesitaba ser más largo. La Ley fue cumplida, las profecías se realizaron y la salvación de la humanidad fue asegurada.
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