Pregunta
¿Contradijo Jesús la Ley en Mateo 5:21-22?
Respuesta
En el Sermón del Monte, Jesús dice varias veces: "Habéis oído que se dijo..." y sigue con "Pero yo os digo..." Utilizando esta fórmula, Jesús crea un contraste entre la Ley de Moisés (tal como la interpretaban los fariseos y escribas) y Su propio mandamiento. Al hacer esto, es evidente que Jesús reivindica una autoridad superior a la de los escribas. Pero también parece que está negando la Ley.
Ten por seguro que Jesús no contradijo la Ley en ningún punto. En el mismo sermón, Jesús se asegura de que nadie lo malinterprete: "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir" (Mateo 5:17).
El argumento de Jesús en el Sermón del Monte era que Dios ve el corazón y que, en realidad, se nos exige algo más que la conformidad externa con una serie de normas. Los fariseos enseñaban que, mientras hicieras lo correcto, eras "santo". Jesús dijo que no era así: "Porque les digo a ustedes que si su justicia no supera la de los escribas y fariseos, no entrarán en el reino de los cielos" (Mateo 5:20, NBLA).
Jesús está enseñando la necesidad de tener corazón para seguir a Dios. Fingir y hacer como que sirves a Dios es deshonesto. También es inútil, porque Dios ve a través de las máscaras que llevamos (ver Marcos 7:6). Una persona que finge ser santa por fuera, pero alimenta un corazón pecaminoso, es un hipócrita. Los fariseos, a quienes todos consideraban santos, eran culpables precisamente de ese engaño. Dios no quiere más actividad religiosa; quiere un corazón dedicado a Él. La santidad empieza en el interior.
En Mateo 5:21-22, por ejemplo, Jesús dice: "Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio". El mandamiento externo era "no matarás". Es un buen mandamiento; no debemos asesinar a la gente. Pero cometemos un error si pensamos que ahí acaba nuestra responsabilidad. Básicamente, Jesús dijo que Dios ve tu corazón. Si tienes odio en el corazón, a los ojos de Dios eres tan culpable como el asesino. La actitud de los fariseos era: "Yo soy bueno; no he asesinado a nadie". Jesús replicó: "No, eres culpable porque hay asesinato en tu corazón".
Es la diferencia entre la letra de la Ley y el espíritu que hay tras ella. Cumplir la letra de la Ley no te hace justo (ver Gálatas 2:16). Además, ninguno de nosotros puede cumplir perfectamente toda la Ley. Dios exige una transformación del corazón; debemos nacer de nuevo (Juan 3:7).
Dios busca algo más que la práctica externa de la religión. Las personas pueden parecer santas a los ojos de los demás, pero esa no es la norma. Una y otra vez, la Biblia insiste en la pureza de corazón ante Aquel que examina el corazón (1 Crónicas 29:17; Salmo 24:4; 51:10; Mateo 5:8; 2 Timoteo 2:22).
La Ley era buena y apropiada. Su propósito era definir el pecado y delimitar la santidad. Jesús no negaba en absoluto la Ley; nos mostraba la razón de ser de la Ley. Jesús cumplió la Ley porque fue la única persona que la cumplió en su totalidad, incluso en Su corazón, sin pecado (Hebreos 4:15).
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¿Contradijo Jesús la Ley en Mateo 5:21-22?