Pregunta
¿Qué quiere decir el salmista cuando afirma: "Levantaré mis ojos a los montes" (Salmo 121:1, NBLA)?
Respuesta
La ciudad de Jerusalén-centro de la antigua adoración judía-está asentada en lo alto de un monte. Cuando los fieles viajaban hasta allí para asistir a una de las tres principales fiestas judías anuales, cantaban tradicionalmente "Cantos de ascenso" mientras subían por el camino hacia la ciudad. Es posible que los sacerdotes judíos entonasen estos Cantos de Ascensión (también llamados Cantos del Peregrino) mientras subían las escaleras del templo de Jerusalén. Uno de estos salmos dice: "Levantaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi ayuda? Mi ayuda viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra" (Salmo 121:1-2, NBLA).
Al acercarse a Jerusalén, el peregrino declaró: "Levantaré mis ojos a los montes", el lugar donde habita Dios. Del mismo modo que Isaías vio al Señor "sentado sobre un trono alto y sublime" (Isaías 6:1), el salmista levantó la vista hacia los montes de Jerusalén y vio a Dios, el Creador del cielo y de la tierra, sentado en Su trono celestial en el monte Sión.
Con frecuencia, las Escrituras se refieren a las alturas de Jerusalén como el santo "Monte del Señor", donde habita Dios (Zacarías 8:3; Isaías 27:13). Un salmista describe Jerusalén como "la ciudad de nuestro Dios, situada sobre su monte santo! Es alto y magnífico; ¡toda la tierra se alegra al verlo! ¡El monte Sion, el monte santo, es la ciudad del gran Rey!". (Salmo 48:1-2, NTV). En el Salmo 87:2 (NBLA), el mismo escritor informa de que Dios "ama las puertas de Sión más que todas las otras moradas de Jacob".
"Levantaré mis ojos a los montes" era la declaración del adorador de confianza y dependencia de Dios en busca de ayuda. Iba a reunirse con el Señor y ofrecer sacrificios de alabanza, porque el Señor, su Dios, Creador del universo, era su fuente singular de ayuda. Desde el elevado lugar de su santa presencia, Dios le concedería ayuda y liberación: "Con mi voz clamé al Señor, y Él me respondió desde Su santo monte" (Salmo 3:4, NBLA; ver también Salmo 20:2; 134:3). Desde su morada sagrada, el Señor ofrecería seguridad eterna: "Como los montes rodean a Jerusalén, así el Señor rodea a Su pueblo desde ahora y para siempre" (Salmo 125:2, NBLA).
En otro canto de ascensión, el salmista hace un pronunciamiento similar de confianza y dependencia en Dios en busca de ayuda: "A Ti levanto mis ojos, ¡oh Tú que reinas en los cielos! Como los ojos de los siervos miran a la mano de su señor, como los ojos de la sierva a la mano de su señora, así nuestros ojos miran al Señor nuestro Dios hasta que se apiade de nosotros" (Salmo 123:1-2, NBLA). Esta vez no se percibe a Dios como morando en los montes de Jerusalén, sino entronizado en los cielos, y es Su misericordia lo que busca el salmista.
Dirigir nuestros ojos hacia Dios simboliza nuestra total confianza y dependencia de Él para obtener ayuda: "Porque mis ojos miran hacia Ti, oh Dios, Señor; en Ti me refugio, no me desampares". (Salmo 141:8, NBLA). "Mis ojos están siempre puestos en el Señor, porque él me rescata de las trampas de mis enemigos", reconocía el rey David (Salmo 25:15, NTV). El escritor de Hebreos nos enseñó a mantener el rumbo y terminar la carrera de la vida cristiana, poniendo nuestros "ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe" (Hebreos 12:2).
Levantar los ojos hacia Dios es una imagen bíblica de la oración. Cuando una gran multitud de enemigos vino contra Josafat, este oró al Señor: "no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos" (2 Crónicas 20:12). En el momento de su lapidación, Esteban oró y puso "los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios" (Hechos 7:55). Incluso el propio Jesús levantó "los ojos al cielo" cuando oró a Su Padre (Juan 17:1).
Cuando decimos: "Levantaré mis ojos a los montes", comunicamos una confianza en Dios que puede sostenernos a través de cada peligro, dificultad y desafío a lo largo del viaje de la vida, hasta que estemos a salvo en casa, en el reino eterno de Dios.
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¿Qué quiere decir el salmista cuando afirma: "Levantaré mis ojos a los montes" (Salmo 121:1, NBLA)?