Pregunta
¿Se refiere Números 5:11-31 a Dios provocando un aborto?
Respuesta
Números 5:11-31 describe un procedimiento inusual, a veces llamado "la ofrenda de los celos". Otros lo llaman "la prueba del agua amarga". Un hombre israelita que insistía en que su esposa le era infiel -pero no tenía pruebas- podía llevarla al tabernáculo para esta prueba. El ritual requería que el marido acusador llevara a su mujer ante el sacerdote. El sacerdote preparaba un brebaje con ingredientes desagradables pero relativamente benignos. La mujer recitaba un juramento y bebía la mezcla. La culpabilidad quedaba demostrada si el vientre de la mujer se hinchaba y enfermaba. Si no se producía tal efecto, se demostraba su inocencia. La condena por adulterio podía ir seguida de la pena de muerte (Levítico 20:10). La inocencia significaba limpiar su nombre, alejar toda sospecha. La mujer no sufriría ningún efecto negativo "y concebirá hijos" (Números 5:28, NBLA).
Los críticos tachan esta prueba de ritual bárbaro y supersticioso que implica brujería (ver Deuteronomio 18:9-13). Otros sugieren que representa un aborto. Ninguno de los dos puntos de vista es correcto. Aunque extraño, el rito protegía a las mujeres de maridos demasiado agresivos o precipitados en sus juicios. Ofrecía una salida segura a los celos masculinos y evitaba los abusos emocionales o físicos. Evitaba que los israelitas visitaran templos paganos. Y casi siempre habría exonerado a la mujer en cuestión.
Muchas normas aparentemente extrañas del Antiguo Testamento ayudaron a mediar en una cultura pecadora y caída. Tal es el caso de la "ofrenda de celos" o "prueba del agua amarga" de Números 5:11-31. Proporcionaba una medida provisional que se podía esperar razonablemente que la gente siguiera. Esto es paralelo a los procedimientos de la Ley Mosaica para el divorcio, destinados a evitar que las mujeres fueran fácilmente maltratadas o dejadas de lado (Deuteronomio 24:1-4; cf. Mateo 19:8).
El brebaje que preparaba el sacerdote para determinar la culpabilidad o la inocencia no tenía nada de mágico. Tampoco los ingredientes enumerados producirían naturalmente hinchazón o enfermedad grave. Esto implica una fuente sobrenatural para una señal de "culpabilidad". En otras palabras, para que una mujer fuera expuesta como culpable por la "maldición" de este ritual, Dios tendría que intervenir y hacer que aparecieran los signos. Esto sigue la perspectiva de que el adulteriocastigo-por-el-adulterio.html">adulterio es fundamentalmente malo como pecado contra Dios, y no simplemente un insulto al marido.
También cabe destacar que el proceso está cargado de simbolismo y dramatismo. Elementos como el polvo del templo, una ofrenda, el agua y el cabello suelto representan ideas como el arrepentimiento, la santidad y la sumisión. Uno de los propósitos de estos componentes es el efecto psicológico que tienen en los participantes. Muchas pruebas antiguas de inocencia estaban estructuradas de forma similar. Una conciencia culpable se veía forzada por el miedo, lo que probablemente conducía a una confesión antes de que se ejecutara la "maldición". El rito pretendía ejemplificar el principio explicado en Números 32:23 (NBLA): "tengan por seguro que su pecado los alcanzará". Algunos antiguos comentaristas judíos creían incluso que la maldición afectaría también al varón adúltero (Talmud Sotah 27b:3)
Los que afirman que el pasaje describe el aborto insertan conceptos que ni siquiera se insinúan en el texto. Parte de esta confusión proviene de la edición de 2011 de la NVI, que se refiere al aborto espontáneo. El embarazo no forma parte de los requisitos del ritual. Tampoco se menciona el embarazo en ninguna parte del proceso. Los efectos incluyen algún tipo de hinchazón y/o arrugamiento. Sin embargo, la parte del cuerpo afectada es imprecisa. De hecho, es el mismo término hebreo utilizado para describir el lugar donde Jacob sufrió su herida (Génesis 32:25), así como el lugar donde Aod escondió su espada (Jueces 3:16). En el peor de los casos, el pasaje de Números 5 implica una futura infertilidad. El ritual no era un remedio para un embarazo no deseado, sino una prueba de adulterio. Las interpretaciones tradicionales del ritual incluso restringían su realización en mujeres embarazadas (Mishnah Sotah 4:3).
En el mundo antiguo, las mujeres no solían gozar de ningún tipo de derechos. La mera sospecha de adulterio justificaba el divorcio, la separación y la indigencia. Un hombre que sospechaba que su mujer le era infiel podía maltratarla o incluso asesinarla. O podía emplear un hechizo pagano que prácticamente garantizaba un veredicto de culpabilidad. El ritual que se describe en Números 5:11-31 es una concesión a la naturaleza humana y a ese contexto cultural, y tuvo el efecto de reducir en gran medida el daño causado a las mujeres. No es una aprobación de los celos ni de la sospecha. Tampoco incluye nada que pueda interpretarse razonablemente como un aborto. A menos que Dios interviniera de forma sobrenatural, el rito descrito en Números 5 declararía inocente a una mujer por defecto.
English
¿Se refiere Números 5:11-31 a Dios provocando un aborto?