Respuesta:
Belsasar fue el último rey de la antigua Babilonia y se menciona en Daniel 5. Belsasar reinó durante un corto tiempo durante la vida del profeta Daniel. Su nombre, que significa “Bel protege al rey”, es una oración a un dios babilónico; como muestra su historia, Bel no pudo salvar a este malvado gobernante.
Belsasar gobernó Babilonia, una nación poderosa con una larga historia y una larga línea de poderosos reyes. Uno de esos reyes fue Nabucodonosor, quien había conquistado Judá, llevando los tesoros del templo a Babilonia junto con Daniel y muchos otros cautivos. Belsasar era nieto de Nabucodonosor a través de su hija Nitócris. Belsasar llama a Nabucodonosor su “padre” en Daniel 5:13, pero este es un uso genérico de la palabra padre, que significa "ancestro".
Durante su vida, el rey Nabucodonosor había encontrado el poder de Dios de Israel y fue humillado por Él (Daniel 4:34–37) pero, veinte años después de la muerte de Nabucodonosor, su nieto Belsasar alababa "a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra" (Daniel 5:4). Una fatídica noche en 539 a.C., mientras los medos y los persas sitiaban la ciudad de Babilonia, el rey Belsasar celebró un banquete con su casa y mil de sus nobles. El rey exigió que todas las copas y vasos de oro y plata saqueados del templo judío se llevaran al salón real del banquete. Llenaron los vasos con vino y bebieron de ellos, alabando a sus dioses falsos (Daniel 5: 1–4). El uso de los artículos del templo judío fue un intento blasfemo de Belsasar para revivir los días de gloria de su reino, para recordar el tiempo en que Babilonia estaba conquistando otras naciones en lugar de estar amenazada con la aniquilación por los persas fuera de sus muros.
Mientras el rey borracho se regocijaba, Dios le envió una señal: "En aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre, que escribía delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey veía la mano que escribía:..."MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN". Luego, la mano desapareció (Daniel 5:5, 25). El rey palideció y estaba extremadamente asustado; llamó a sus sabios y astrólogos y encantadores para que le dijeran qué significaba la escritura, prometiendo que: "Cualquiera que lea esta escritura y me muestre su interpretación, será vestido de púrpura, y un collar de oro llevará en su cuello, y será el tercer señor en el reino" (versículo 7). Pero ninguno de los sabios de Babilonia pudo interpretar las palabras.
Al escuchar un alboroto en el salón del banquete, la reina (posiblemente Nitócris o incluso la viuda de Nabucodonosor) vino a investigar. Ella recordaba a Daniel como uno cuya sabiduría había confiado Nabucodonosor, y le dijo a Belsasar que convocara al profeta judío (Daniel 5:10–12). Daniel fue traído ante el rey, pero él rechazó los regalos que Belsasar le ofreció; el reino no era suyo para dar, como resultó (versículo 17). Daniel reprendió el orgullo de Belsasar: aunque el rey conocía la historia de cómo Dios humilló a su abuelo, no se humilló. En cambio, deshonró a Dios bebiendo de los objetos sagrados del templo (versículos 22–23). Luego, Daniel interpretó las palabras en la pared. Mene significa "Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin". Tekel significa "Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto". Parsin significa "Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas" (Daniel 5:24–28). Daniel nunca reveló a qué idioma pertenecen esas palabras.
Esa noche, los persas invadieron. Ciro el Grande, rey de Medo-Persia, rompió la supuestamente impenetrable muralla de Babilonia al desviar inteligentemente el río que fluía hacia la ciudad para que sus soldados pudieran entrar a través del conducto del río. Los registros históricos muestran que esta invasión fue posible porque toda la ciudad estaba participando en un gran banquete, el banquete de Belsasar mencionado en Daniel 5. "La misma noche fue muerto Belsasar rey de los caldeos. Y Darío de Media tomó el reino" (Daniel 5:30–31). El fin del rey Belsasar ilustra la verdad de Proverbios 16:18, "Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu".