Pregunta: "¿Qué dice la Biblia sobre las casualidades? ¿Existen las casualidades?"
Respuesta:
La palabra casualidad sólo se usa una vez en el Nuevo Testamento, y fue por el mismo Jesús en la parábola del buen samaritano. En Lucas 10:31 (NTV), Jesús dijo: "Un sacerdote pasó por allí de casualidad, pero cuando vio al hombre en el suelo, cruzó al otro lado del camino y siguió de largo". La palabra casualidad se traduce de la palabra griega synkyrian, que es una combinación de dos palabras: sun y kurios. Sun significa "junto con", y kurios significa "supremo en autoridad". Así que una definición bíblica de casualidad sería "lo que ocurre juntamente con la disposición providencial de las circunstancias por parte de Dios".
Lo que nos parece una casualidad, en realidad está supervisado por un Dios soberano que conoce el número de cabellos de cada cabeza (Lucas 12:7). Jesús dijo que ni siquiera un gorrión cae en el suelo sin que nuestro Padre se dé cuenta (Mateo 10:29). En Isaías 46:9-11, Dios afirma categóricamente que Él está en control de todo: "Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré".
Cuando consideramos los acontecimientos de la vida, acostumbramos a clasificarlos como "importantes" o "sin importancia". Muchas personas no tienen problema en creer que Dios está a cargo de las "cosas más importantes", pero suponen que un Dios tan poderoso no se preocuparía por los acontecimientos aparentemente minúsculos de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, esa interpretación está condicionada por nuestras limitaciones humanas y no está respaldada por las Escrituras. Para Dios, no hay acontecimientos sin importancia. Él no necesita conservar Su poder, porque Su poder es ilimitado. Nunca divide Su atención. Si el Señor Dios rastrea cada gorrión (Mateo 10:29), entonces nada es demasiado pequeño para Él. Con frecuencia se le conoce como el Todopoderoso (Génesis 17:1; Éxodo 6:3; Job 13:3), un nombre que denota poder ilimitado y dominio absoluto.
Los humanos explicamos los sucesos inesperados y los encuentros sorpresivos citando las coincidencias. Pero el hecho de que a nosotros nos tome por sorpresa no significa que a Dios le pase lo mismo. Las Escrituras dejan claro que Dios permite que los humanos pecadores cometan errores y cosechen las consecuencias de esos errores, pero sólo un Dios soberano puede prometer a los que lo aman, que "todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados" (Romanos 8:28). Sólo Dios sabe que incluso nuestros errores y acontecimientos imprevistos se entrelazan para cumplir Sus propósitos.
En el Antiguo Testamento, muchas veces Dios utilizaba el Urim y el Tumín, piezas del efod del sumo sacerdote, para ayudar a dar orientación e instrucción (Éxodo 28:30; Levítico 8:8; 1 Samuel 30:7-8). En el Nuevo Testamento, vemos a los apóstoles confiar en la soberanía de Dios cuando echan suertes para elegir a un nuevo discípulo que reemplace a Judas (Hechos 1:26). Aunque cada uno de estos medios de comunicación parece insignificante, Dios ha demostrado en todas las Escrituras que puede utilizar el más pequeño objeto o evento para Sus propósitos. Al parecer, Dios no permite la "casualidad". La administración del universo no se basa en la coincidencia. La Biblia dice que los propósitos de Dios prevalecerán y que Él está en control incluso del evento más aleatorio (Proverbios 19:21). Proverbios 16:33 dice: "La suerte se echa en el regazo; mas del Señor es la decisión de ella". Lo que puede parecernos insignificante puede ser, de hecho, el resultado del poder omnisciente de Dios obrando a nuestro favor para cumplir Su voluntad en nuestras vidas.