Respuesta:
Una de las verdades fundamentales de la Biblia es que Dios es el Creador de todo lo que existe. Uno de los muchos pasajes que proclaman a Dios como Creador es Isaías 40:28 (NBLA), "¿Acaso no lo sabes? ¿Es que no lo has oído? El Dios eterno, el Señor, el creador de los confines de la tierra no se fatiga ni se cansa. Su entendimiento es inescrutable". Todas tres Personas de la Trinidad estuvieron involucradas en la creación del universo (Génesis 1:2; Hechos 17:24; Hebreos 1:2).
Un creador es aquel que hace algo nuevo. Las personas pueden "crear" proyectos artísticos, composiciones musicales y estructuras físicas; sin embargo, siempre tienen con qué trabajar. Comienzan con materia preexistente y la forman de nuevas maneras. Incluso la música y otras creaciones intelectuales tienen ritmos, rimas, notas, instrumentos y medios artísticos que proporcionan estructura y ofrecen posibilidades. Lo que comúnmente llamamos "creatividad" se parece más a la síntesis. Dios no tenía tal material en bruto con el que trabajar. Cuando decimos que Dios es el Creador, queremos decir que Él es realmente creativo, en una categoría por sí mismo, porque comenzó con nada (Colosenses 1:16).
Génesis 1:1 dice que "en el principio creó Dios los cielos y la tierra." Eso significa que, antes de Génesis 1:1, no existían ni los cielos ni la tierra. Dios los habló a la existencia (Génesis 1:3, 6, 9). "En seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay" (Éxodo 20:11, NBLA; cf. Apocalipsis 10:6). Él es Dios. No está limitado por nuestra comprensión, ni por el tiempo, el espacio, o la materia. Como Creador, Dios es el originador y diseñador omnisciente de todas las cosas: "¡Cuán numerosas son Tus obras, oh Señor! Con sabiduría las has hecho todas" (Salmos 104:24, NBLA).
Cuando Dios creó los cielos y la tierra, lo hizo hablándolo a la existencia. Cuando creó las cosas que llenaron la tierra y el cielo, las habló a la existencia (Génesis 1:11–16). Pero cuando creó a los seres humanos, hizo algo diferente. Tomó un poco de polvo del suelo que ya había hecho y formó un hombre. Luego sopló Su propia vida en ese hombre, y "fue el hombre un ser viviente" (Génesis 2:7). Cuando creó a la primera mujer, Eva, también utilizó lo que ya había hecho. Hizo que Adán cayera en un sueño profundo y tomó una costilla de su costado y formó una mujer (Génesis 2:21).
Dios es el Diseñador y Artífice de todo lo que hay en el universo, y creó al ser humano un peldaño por encima de todos los demás. Al insuflar Su propia vida en el hombre, creó al hombre y a la mujer "a Su imagen y semejanza" (Génesis 1:27). Esto significa que el ser humano es más semejante a Dios que cualquier otra criatura. Tenemos un espíritu eterno, igual que Dios. Podemos razonar, elegir el bien o el mal y amar. Tenemos emociones, intelecto y el poder y el deseo de crear cosas por nosotros mismos. Dios desea tener comunión con nosotros (Génesis 3:8-9; Jeremías 29:12). No busca la comunión con perros, delfines o árboles, sólo con los seres humanos. Y cuando vino a la Tierra para salvarnos, vino en forma de hombre (Filipenses 2:5-8; Lucas 1:35).
Cuando decimos que Dios es el Creador, queremos decir que nadie lo creó y que sólo Dios es EL Creador. Satanás no puede crear; sólo puede pervertir lo que Dios crea. La gente no puede crear de verdad, porque debemos empezar con algo que ya ha sido creado. Todo se originó en Dios (Jeremías 10:16; Santiago 1:17; Apocalipsis 10:6). Puesto que Él lo creó todo, todo es Suyo (Éxodo 19:5; Salmo 50:12). Como seres humanos, también somos Suyos, y Él tiene derecho a gobernarnos. Nos da la libertad de elegirlo o rechazarlo, pero cualquiera de las dos opciones acarrea consecuencias. La persona sabia se inclina ante el Creador y se somete voluntariamente al único que sabe realmente cómo estamos hechos (Salmo 78:39; 103:14; Romanos 9:20).