Pregunta: ¿Debería un cristiano asistir al baile de graduación?
Respuesta:
La fiesta de graduación, se ha convertido en el tradicional acto de iniciación de los estudiantes estadounidenses de los últimos cursos de secundaria. El baile de graduación es un baile formal patrocinado por la escuela que normalmente tiene lugar cerca del final del año escolar. Si los cristianos deben o no ir al baile de graduación es un eterno debate.
La historia del baile de graduación se remonta al siglo XIX en respuesta a los bailes de iniciación de los ricos e influyentes. Los padres admiraban la elegancia que demostraban los hijos de los ricos y crearon un evento similar para sus propios hijos como una forma de inculcarles etiqueta y cortesía social. Los primeros bailes de graduación contaban con un gran número de acompañantes y su objetivo era ayudar a los graduados en su transición al mundo adulto. Los primeros bailes de graduación se celebraban en el gimnasio o auditorio del colegio. Los jóvenes se vestían con sus mejores trajes y aprendían a desenvolverse con elegancia y porte en un ambiente formal.
Desafortunadamente, hoy en día los adolescentes suelen asociar la palabra baile de graduación con alcohol, drogas, gastos excesivos y sensualidad. Los estudiantes de secundaria y sus padres gastan a veces cientos de dólares en vestidos de lentejuelas, trajes de etiqueta, limusinas, adornos, cenas y fiestas. Aunque no es cierto en todos los casos, en la mayoría de las fiestas de graduación de los institutos públicos hay poca supervisión adulta durante el baile y ningún control sobre lo que ocurre después. A causa de la reputación del baile de graduación de derroche, bailes vulgares, consumo de alcohol y prácticas sexuales, muchos cristianos se preguntan: ¿deberíamos participar en el baile de graduación (ver Efesios 5:3-5)?
Sin duda, el baile de graduación puede ser una piscina de tentaciones, y eso preocupa mucho a los cristianos que se toman en serio la vida santa (ver 1 Pedro 1:15-16). Además, muchos otros lugares también están llenos de tentaciones. Los centros comerciales suelen tener una tienda con una sección "para adultos" en la parte de atrás y al menos una tienda que exhibe fotos de gran tamaño de modelos en lencería. Ante tales tentaciones, ¿deberían los adolescentes evitar los centros comerciales? ¿O se les debe permitir que tomen la decisión de controlar a qué tiendas entran y qué miran? Robar en cualquier tienda también puede ser una tentación, pero ¿significa eso que los adolescentes deben evitar totalmente las compras?
Para los adolescentes cristianos que están considerando asistir al baile de graduación, aquí hay algunas buenas preguntas para hacer y responder honestamente:
¿Por qué quiero asistir al baile de graduación? ¿Es porque se espera que todos asistan? ¿Estoy tratando de ser parte del "grupo de moda"? La presión de grupo rara vez conduce por un camino recto. Nosotros, como creyentes, no estamos llamados a encajar; estamos llamados a sobresalir (ver 2 Corintios 6:17).
¿A qué tentaciones me expondré? ¿Es más prudente evitarlas de una vez?
¿Me siento presionado a llevar ropa indecorosa? Ver 1 Timoteo 2:9-10.
¿El baile de graduación despertará los deseos de la carne?
¿He consultado con Dios sobre esta decisión?
¿Estaré tentado a mentir a mis padres sobre mi actividad?
¿Qué pasará con mi testimonio? ¿Incrementará mi influencia entre mis amigos no salvos, o dañará mi testimonio de Cristo?
Si el baile de graduación se celebra el sábado por la noche, ¿asistiré a la iglesia a la mañana siguiente? Si falto a la iglesia porque estoy muy cansado, ¿qué me dice eso acerca de mis prioridades?
Si decido asistir al baile de graduación, ¿cómo responderé con gracia y humildad a los que critican mi decisión?
Si decido no asistir al baile de graduación, ¿cómo puedo explicar mis razones de una manera que honre a Cristo?
Como respuesta a los peligros del baile de graduación moderno, muchos padres patrocinan fiestas formales, cenas o viajes para sus alumnos de secundaria con el fin de proporcionar una alternativa más segura y regulada. Otros padres se ofrecen como voluntarios para acompañar a sus hijos en los bailes de graduación y organizan un evento después del baile para garantizar un ambiente seguro. Muchos adolescentes cristianos optan por no asistir al baile de graduación y utilizan el dinero que habrían gastado en él para disfrutar de actividades que no les tienten a pecar. Esta puede ser una alternativa más saludable por muchas razones, una de las cuales es que esos jóvenes cristianos están practicando el valor y la convicción que les servirán bien en la edad adulta.
Como en todas las cosas, los cristianos que asisten al baile de graduación sólo deben hacerlo para la gloria de Dios y para fortalecer o validar su testimonio de Cristo (1 Corintios 10:31). Si asistir al baile de graduación puede crear lujuria sexual o material (Mateo 5:28; 1 Timoteo 6:6), hacer que otra persona tropiece (Romanos 14:21) o implicar un derroche económico imprudente (Proverbios 3:9), entonces se debe evitar. Estamos llamados a la libertad, pero no debemos convertir esa libertad en una oportunidad para la carne (Gálatas 5:13).
Pensar en asistir a un baile de graduación puede dar a los adolescentes cristianos la oportunidad de discernir lo que es correcto, de defender su fe y de ser conscientes de sus debilidades personales. ¿Es posible que los adolescentes cristianos disfruten del baile de graduación de manera inocente y se diviertan sin caer en conductas pecaminosas? Sí. Pero necesitan conocer las trampas que les esperan, conocerse a sí mismos y conocer sus limitaciones. "Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor" (Efesios 5:15-17).
