Pregunta: ¿Qué significa que Dios no es autor de confusión?
Respuesta:
"Pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz" (1 Corintios 14:33). El contexto de 1 Corintios 14 trata de algunos problemas que tenían los corintios con respecto a hablar en lenguas y profetizar durante la reunión de los creyentes para adorar, orar y enseñar -lo que hoy llamaríamos el "servicio de la iglesia". Las cosas se habían salido de control en Corinto. Cuando la iglesia se reunía, la gente hablaba en lenguas sin que nadie las interpretara, y más de una persona profetizaba al mismo tiempo. El resultado era el alboroto y el caos.
Pablo dice que este balbuceo -esta confusión- no es apropiada ni beneficiosa en la iglesia, y da algunos ejemplos prácticos de la vida: "Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara? Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís?" (1 Corintios 14:7-9).
A continuación, Pablo hace una aplicación: "Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos?". (versículo 23). O, como dice la NTV: "si los incrédulos...oyen a todos hablando en un idioma desconocido, pensarán que ustedes están locos". Dios no es el autor de tal confusión.
Para mantener el orden, si una persona habla en lenguas como parte de un servicio de la iglesia, debe haber un intérprete presente para traducir para todos los demás. Si no hay nadie para interpretar, entonces el que habla en lenguas debe abstenerse de hablar. Aun si hay un intérprete, no más de dos o tres deben hablar en lenguas durante el servicio (versos 27-28). Si alguien tiene una profecía para compartir, sólo uno puede hablar a la vez y, de nuevo, dos o tres como máximo durante el servicio, con otros (tal vez los líderes) evaluando lo que se dice (versículos 29-32). "Hágase todo para edificación" (versículo 26).
Pablo resume su objeción a los servicios caóticos de los corintios diciendo: "Dios no es Dios de confusión, sino de paz" (RVR1960). Esto también se traduce como "Dios no es un Dios de desorden, sino de paz" (NVI) y "Dios no es Dios de desorden sino de paz" (NTV). Los servicios de la iglesia en Corinto eran confusos, caóticos e ininteligibles, ¡y le echaban la culpa al Espíritu Santo! En su opinión, el Espíritu se estaba moviendo de tal manera que tenían que expresarse en lenguas y profecías, y no había limites en cuanto a quien decía que o cuando. Pablo dice que esta confusión es contraria al carácter de Dios. El carácter de Dios no es confuso, caótico o desordenado. La confusión y el caos no expresan quién es Él y no son característicos de la obra del Espíritu Santo en la iglesia.
La última admonición de Pablo en este capítulo es una petición para mantener el equilibrio: "Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden" (1 Corintios 14:39-40).
Muchas iglesias pentecostales y carismáticas hoy en día aceptan el caos y la confusión en sus servicios, e incluso pueden ver el caos como una prueba de la obra del Espíritu Santo entre ellos. Sin embargo, la Palabra de Dios es clara: "Dios no es el autor de la confusión".