Respuesta:
La primera mención de un alma en la Biblia se encuentra en el contexto de la creación del primer hombre, Adán, en Génesis 2:7 (NBLA): "Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente". A diferencia de lo que había hecho con Sus creaciones anteriores, Dios hizo a las personas a Su imagen (Génesis 1: 26-27) con Su propio aliento en ellos. A esta parte no física de la persona se le suele llamar alma (en hebreo nephesh).
En todas las Escrituras se dice que las personas tienen alma (Salmo 62:5; 104:1; Lucas 1:46). Puesto que hemos sido creados a imagen de Dios, ¿significa esto que Dios también tiene alma?
Hay pasajes que indican que Dios sí tiene alma: Levítico 26:11 y Jueces 10:16 utilizan una forma de la palabra nephesh en relación con Dios. Y en Jeremías 32:41, Dios hace una promesa con respecto a Israel: "Y me alegraré con ellos haciéndoles bien, y los plantaré en esta tierra en verdad, de todo mi corazón y de toda mi alma". Sin embargo, las Escrituras también se refieren a Dios con una mano o un rostro, aplicando cualidades humanas a Dios en una figura retórica conocida como antropomorfismo. Podría ser que las descripciones bíblicas del "alma" de Dios sean antropomorfismos similares a las descripciones de las "manos" de Dios. Por lo tanto, debemos tener cuidado al decir que Dios tiene alma. Dios es Espíritu (Juan 4:24), pero en ninguna parte de las Escrituras se dice que Dios sea Alma o que posea literalmente un alma.
Cuando consideramos a Dios Hijo, podemos estar más seguros. Jesús era (y es) plenamente Dios y plenamente hombre. Cuando el Hijo de Dios se encarnó, asumió una naturaleza humana sin pecado, y esto incluía un alma verdaderamente humana. En su agonía en el huerto de Getsemaní, Jesús dijo: "Mi alma está muy triste, hasta la muerte" (Mateo 26:38). Su naturaleza humana -incluida su alma- se estremeció ante la idea de la crucifixión y todo lo que ello conllevaba.
Gran parte de este debate depende de cómo se defina la palabra alma. Si equiparamos la palabra alma con persona, entonces sí, Dios tiene alma; es una persona en el sentido de que es un ser que posee mente, emociones y voluntad. Si consideramos la palabra alma como la capacidad de expresar emociones, entonces, sí, Dios tiene alma; no es "desalmado" en el sentido de no tener sentimientos. Pero normalmente utilizamos la palabra alma en el contexto de la humanidad. De hecho, algunos definirían el alma como esa parte inmaterial de nosotros que une el espíritu con el cuerpo. El Padre no es humano. Es espíritu; el Espíritu Santo también es inmaterial; el Hijo tiene un cuerpo humano y un alma/espíritu humano, porque es un verdadero ser humano, el Dios-Hombre que intercede por nosotros (Hebreos 7:25).