Pregunta: ¿Por qué Jesús esperó treinta años para empezar Su ministerio?
Respuesta:
Lucas 3:23 nos dice que "Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años". Los historiadores bíblicos ubican el nacimiento de Jesucristo entre los años 6 y el 4 a.C. y el comienzo del ministerio de Juan el Bautista alrededor del año 28 d.C., lo que significa que Jesús tenía un poco más de treinta años cuando empezó Su ministerio público.
Como el Mesías judío, Jesús era descendiente del rey David de la tribu de Judá (Mateo 1:1-17; 2:1-6). Según la antigua ley y costumbre judías, se consideraba que los treinta años era la edad de plena madurez, física y mental, y apta para altos grados de responsabilidad: "Era David de treinta años cuando comenzó a reinar" (2 Samuel 5:4); "Era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de Egipto" (Génesis 41:46). Los levitas judíos empezaban su servicio sacerdotal a los treinta años (Números 4:3, 23, 30, 35).
Sería razonable suponer que Jesús empezó Su ministerio público a la edad de treinta años simplemente porque este era el tiempo y propósito de Dios (y, sin duda, lo era). Todo lo que Jesús hizo fue en obediencia a la voluntad y al plan de su Padre (Juan 4:34; Hebreos 10:9). Sin embargo, una explicación práctica atribuye el retraso del ministerio de nuestro Señor a Su posición como rabino judío.
Jesús debía tener al menos treinta años para que los expertos en el judaísmo lo consideraran un rabino de verdad. Cristo fue llamado "Rabí" por Sus propios discípulos (Mateo 26:25; Marcos 9:5; Juan 1:49; 3:26; 4:31; 6:25; 20:16 − LBLA) y también por los seguidores de Juan el Bautista (Juan 1:38). Fue considerado como un respetado maestro judío. Incluso Nicodemo, un fariseo y miembro del alto consejo judío, lo llamó "Rabí" y reconoció que Jesús era "venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él" (Juan 3:2). Si nuestro Señor hubiera empezado Su ministerio antes de alcanzar la edad aceptable y designada para los sacerdotes, los escribas y otros ministros espirituales maduros, es probable que tanto la gente común como los líderes religiosos de Su época hubieran menospreciado Su autoridad.
Jesús esperó treinta años para iniciar Su ministerio de enseñanza pública porque era el tiempo de Dios: el momento crucial de toda la historia estaba a punto de suceder (Juan 1:31-33; 2 Corintios 6:2). Jesús había alcanzado la edad culturalmente aceptable de madurez y desarrollo. Ahora Dios iba a revelar al "Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29), y ninguna barrera de edad podría impedir la aceptación de las enseñanzas del Mesías.
