Respuesta:
El Miércoles de Ceniza es el primer día de la Cuaresma. Su nombre oficial es "Día de la Ceniza", y se llama así por la práctica de frotarse ceniza en la frente haciendo la señal de la cruz. Al ser exactamente 40 días (excluyendo los domingos) antes del Domingo de Resurrección, siempre cae el miércoles; no puede haber un "jueves de ceniza" o un "lunes de ceniza". La Biblia nunca menciona el Miércoles de Ceniza; de hecho, nunca menciona la Cuaresma.
La Cuaresma es un tiempo de abnegación, moderación, ayuno y abandono de actividades y hábitos pecaminosos. El Miércoles de Ceniza da comienzo a este periodo de disciplina espiritual. La mayoría de los católicos y algunas confesiones protestantes celebran el Miércoles de Ceniza y la Cuaresma. La Iglesia Ortodoxa Oriental no celebra el Miércoles de Ceniza, sino que comienza la Cuaresma el "Lunes Limpio".
Aunque la Biblia no menciona el Miércoles de Ceniza, sí registra relatos de personas en el Antiguo Testamento que usaban polvo y ceniza como símbolos de arrepentimiento y/o luto (2 Samuel 13:19; Ester 4:1; Job 2:8; Daniel 9:3). La tradición moderna de llevar una cruz en la frente supuestamente identifica a la persona con Jesucristo.
¿Debería un cristiano guardar el Miércoles de Ceniza? Ya que la Biblia en ninguna parte ordena o condena explícitamente tal práctica, los cristianos son libres de decidir en oración si observan o no el Miércoles de Ceniza.
Si un cristiano decide guardar el Miércoles de Ceniza y/o la Cuaresma, es importante tener una perspectiva bíblica. Jesús nos advirtió que no hiciéramos ostentación de nuestro ayuno: "Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público" (Mateo 6:16-18). No debemos permitir que la disciplina espiritual se convierta en orgullo espiritual.
Es bueno arrepentirse de las actividades pecaminosas, pero eso es algo que los cristianos deben hacer todos los días, no sólo durante la Cuaresma. Es bueno identificarse claramente como cristiano, pero, de nuevo, debe ser una práctica cotidiana. Y es bueno recordar que no hay ningún ritual que pueda hacer que el corazón de una persona esté bien con Dios.