Respuesta:
El padre de Moisés fue un levita llamado Amram. Éxodo 2:1-2 solamente nos dice que el padre de Moisés era un levita: "Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, la que concibió, y dio a luz un hijo". A medida que se desarrolla la narración, descubrimos que ese hijo era Moisés. Éxodo 6:18 nos dice que el padre de Moisés era hijo de Coat, una de las tres familias levitas. Éxodo 6:20 nos da casi toda la información que conocemos sobre el padre de Moisés, incluyendo su nombre: "Y Amram tomó por mujer a Jocabed su tía, la cual dio a luz a Aarón y a Moisés. Y los años de la vida de Amram fueron ciento treinta y siete años".
Amram, al casarse con su propia hermana, fue tanto el padre como el tío de Moisés por matrimonio. En aquel tiempo, los matrimonios legales entre parientes cercanos eran frecuentes, y el matrimonio de Amram y Jocabed no era inapropiado. Debido a la larga vida en aquel entonces, la hermana de Amram, Jocabed, quien se convirtió en su esposa, no tenía por qué haber sido mucho mayor que él y ciertamente podría haber sido más joven. Los matrimonios entre parientes cercanos fueron prohibidos más adelante en la ley mosaica, pero en la época del nacimiento de Moisés, eran totalmente permitidos. Hebreos 11:23 incluye a ambos padres de Moisés en el "Salón de la Fe": "Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey".
Amram es mencionado en Números 3:19 y 27 como el jefe de una de las familias de los coatitas. En Esdras 10:34 se menciona a un hombre llamado Amram, pero se trata de otra persona, no del padre de Moisés
El padre de Moisés parece haber sido simplemente un hombre común, cuya fe en Dios y su amor por su hijo recién nacido lo llevaron a desafiar al rey de Egipto. En la providencia de Dios, el hijo menor de Amram se convirtió en uno de los líderes más grandes de la historia de Israel. Esto debe servirnos como recordatorio de que todo gran hombre o mujer tiene padres, abuelos y bisabuelos. Nunca sabemos cómo Dios puede usar a nuestros descendientes. Simplemente, tenemos que cumplir fielmente las responsabilidades que Dios nos ha dado como padres (u otro tipo de personas influyentes y líderes), y puede que nos sorprendan los resultados, si no es en esta vida, seguro que en la venidera.