Respuesta:
See You at the Pole (SYATP) es un evento anual en el cual estudiantes cristianos se reúnen para orar en el asta de bandera de su escuela, para orar por sus familias, amigos, iglesias y comunidades. See You at the Pole suele llevarse a cabo el cuarto miércoles de septiembre, antes o después del horario escolar. Pastores, padres u otros adultos pueden apoyar los esfuerzos de los estudiantes; sin embargo, la organización SYATP desalienta que los adultos asuman la lideranza. El objetivo es que See You at the Pole sea un evento 100 por ciento iniciado, organizado y liderado por los estudiantes. Legalmente, las escuelas en Estados Unidos no pueden promover ni desalentar la participación de los estudiantes en SYATP. Las iglesias locales y los ministerios juveniles a veces realizan un “SYATP Rally” de seguimiento esa noche; esas concentraciones pueden incluir música de adoración, oradores, dramas y elementos centrados en la oración.
See You at the Pole surgió de la iniciativa de un grupo de jóvenes en Texas a principios de 1990. Durante un retiro de ministerio, los adolescentes fueron llevados a orar en y por varias escuelas locales. Compartieron la historia de su profunda experiencia en una conferencia juvenil ese verano, impactando a miles de otros estudiantes. En septiembre de 1990, más de 56,000 adolescentes en 1,200 campus participaron en el primer evento See You at the Pole. El movimiento ha continuado creciendo y ahora es un evento internacional, que tiene lugar en muchos países alrededor del mundo.
Los oponentes cristianos de See You at the Pole a menudo citan Mateo 6:5–6 como un argumento en contra de la oración pública. En este pasaje, Jesús dice, “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo, que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”
A primera vista, este parecería un argumento justo; sin embargo, el contexto de Mateo 6 sugiere que Jesús está enseñando sobre la actitud y la motivación detrás de los actos justos como ayudar a los necesitados, la oración y el ayuno. Si una persona hace tales cosas para conseguir reconocimiento orgulloso, entonces los actos son inútiles a los ojos de Dios (Mateo 6:1b). Los eventos de See You at the Pole no tienen la intención de ser una demostración de piedad, sino de fomentar la unidad y proporcionar un lugar central y de fácil acceso para que los estudiantes cristianos se reúnan a orar.
Algunos opositores estadounidenses de See You at the Pole afirman que el evento es inconstitucional. Según las directrices del Departamento de Educación de los Estados Unidos para la “expresión religiosa apropiada en los terrenos escolares,” los eventos religiosos organizados por los estudiantes están protegidos constitucionalmente como forma de libertad de expresión. Aunque SYATP es legal en los Estados Unidos, la organización recomienda que los estudiantes trasladen su reunión de oración fuera del campus si son abordados por los administradores de la escuela y se les pide que se vayan, porque “See You at the Pole se trata de orar, no de discutir sobre tus derechos legales” (www.syatp.com).
La decisión de participar o no en See You at the Pole está entre cada estudiante y Dios. No importa si el estudiante asiste a una escuela pública, privada, charter o homeschool, él o ella puede elegir reunirse con otros creyentes para orar en el día de SYATP o cualquier otro día. Conocer a otros cristianos en la escuela puede ayudar a los estudiantes a animarse unos a otros (1 Tesalonicenses 5:11) e inspirarse mutuamente a amar más y dar más a su comunidad (Hebreos 10:24). La oración en grupo es una práctica bíblica (Mateo 18:19–20; Hechos 2:42) y puede ser extremadamente útil para conectar a estudiantes cristianos de diferentes niveles de grados con ideas similares. El Espíritu Santo vive en cada creyente, y cuando los creyentes están unificados en adoración y oración, sin importar cuándo o dónde, su fe será edificada (Juan 17:22–23).