Pregunta: ¿Debería un cristiano leer novelas románticas?
Respuesta:
Las novelas románticas siempre han sido muy populares, especialmente entre las mujeres. De hecho, algunas personas han calificado a las novelas románticas como "pornografía para mujeres". No todas las novelas románticas contienen escenas de sexo o insinuaciones sexuales, pero cada vez es más frecuente que estos elementos sean un componente en ellas. ¿Debería un cristiano leer novelas románticas? Esta es una pregunta difícil de responder, porque no todas las novelas románticas son iguales. Sin embargo, la Biblia tiene principios sobre los cuales basar nuestras decisiones en todas las áreas cuestionables de la vida.
Primero está la amonestación de Pablo a los creyentes en Filipenses 4:8: "Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad". Si la novela romántica contiene algo que no es honroso, puro, agradable o admirable, entonces no debemos "pensar en" ello. Algunas personas pueden leer, ver o escuchar cosas y olvidarlas inmediatamente después. Sin embargo, la mayoría de la gente se ve afectada, algunas muy profundamente, por las cosas que introducen en su mente. Si los elementos de las novelas románticas no contienen las cosas incluidas en el pasaje de Filipenses, entonces entran en la categoría de aquello en lo que no debemos pensar. Una buena prueba es si podríamos decir con toda honestidad que podríamos leer la novela en voz alta a Jesús y sentirnos cómodos al hacerlo.
Existen muchas novelas románticas cristianas que ofrecen personajes interesantes y tramas intrigantes sin escenas de sexo. También existen muchas novelas seculares de épocas anteriores que hacen lo mismo. Jane Eyre, por ejemplo, es una novela romántica clásica que no solo no contiene nada ofensivo, sino que su mensaje está completamente en línea con los principios cristianos. Existen muchos libros de este tipo.
Otro principio bíblico a tener en cuenta es la necesidad de proteger nuestros ojos, oídos y corazón. Es importante no dejar que las novelas, películas o programas de televisión influyan en nuestra percepción de lo que es real. Muchas personas ven la televisión o leen libros y empiezan a pensar que esas historias muestran la vida tal y como "debería" ser. Luego corren el riesgo de desilusionarse con sus propias vidas, que no se ajustan a la "vida" tal como la presentan los libros o las películas.
Como en todas las cosas, la sabiduría está disponible de Dios, quien promete darla sin reproche (Santiago 1:5). Podemos pedirle a Dios que nos advierta de cosas que pueden ser cuestionables, y Su Espíritu hablará a nuestros corazones a medida que nos sometamos a Su guía.