Respuesta:
Hay tres mujeres llamadas Tamar en las Escrituras. Una de ellas, Tamar, la hermosa hija de Absalón, solo se menciona de paso en 2 Samuel 14:27; esta Tamar se convirtió en la madre de la Reina Maaca, quien se casó con el Rey Roboam. Las otras dos Tamar son ambas personajes trágicos, mujeres que fueron arruinadas por el abandono y maltrato de miembros cercanos de su familia. Sus historias parecen estar incluidas en las Escrituras con el propósito de proporcionar información histórica y espiritual acerca de la línea mesiánica. Este artículo se centrará en Tamar la nuera de Judá, y Tamar, la hija de David.
El hijo de Jacob, Judá (patriarca de la línea de Judá) tenía tres hijos: Er, Onán, y Sela. Una mujer llamada Tamar se casó con Er, pero luego Er murió, dejándola viuda. Como era obligatorio que el pariente más cercano cuidara de la viuda de un hermano, Tamar fue entregada a Onán, pero él también murió. Sela todavía era un niño y no podía casarse con Tamar, así que Judá le pidió que regresara a la casa de su padre y esperara hasta que Sela creciera. Sin embargo, una vez que Sela alcanzó la edad suficiente, Judá no cumplió su promesa. Tamar permaneció como viuda y sin casarse. Entonces Tamar fue a la ciudad disfrazada de prostituta, engañó a Judá y logró que él se acostara con ella. Luego, quedó embarazada de Judá y dio a luz a dos gemelos llamados Fares y Zara. La historia está registrada en Génesis 38.
La otra Tamar era la hija del Rey David. Tenía un hermano, Absalón, y un medio hermano, Amnón. Amnón tenía un deseo obsesivo por su hermanastra Tamar, y un día fingió estar enfermo y la llamó para que viniera a su habitación a ayudarlo. Cuando ella estuvo allí sola con él, la violó. Lamentablemente, aunque David estaba enfadado, no castigó a Amnón ni le exigió que se casara con Tamar, así que Absalón se encargó de asesinar a Amnón como venganza (2 Samuel 13:1-22). La ira y amargura de Absalón hacia su padre, a causa de estos sucesos, le llevaron finalmente a intentar usurpar su trono y a deshonrar a David cometiendo inmoralidad pública con las concubinas de su padre.
Uno esperaría que los hijos gemelos de la unión incestuosa de Judá con su nuera fueran marginados, escondidos, o quizás ni siquiera mencionados en la Biblia. Sin embargo, sorprendentemente, la línea mesiánica continúa a través del hijo de Tamar, Fares. Dios no proporcionó una manera "más limpia" de continuar el linaje que finalmente incluiría a Su Hijo. Fares fue el antepasado de Jesús de Nazaret.
Lo mismo ocurre con la historia del Rey David. La ira y rechazo de Absalón al gobierno de su padre parecen haber nacido de una amargura latente hacia David. Aunque Absalón estaba claramente equivocado por el asesinato de Amnón, simpatizamos con él, y simpatizamos con su hermana deshonrada. Considerando la propia inmoralidad de David y el asesinato que cometió, es fácil ver por qué Absalón se consideraba mejor hombre. Pero, a pesar de los defectos de David, Dios eligió continuar la línea del Mesías a través de David y no a través de Absalón.
¿Por qué estas historias desagradables están incluidas en las Escrituras, y por qué las personas involucradas, personas que lastiman a otros, incluso a sus propios familiares, tienen el privilegio de ser incluidas en la línea del Mesías? Puede ser simplemente para mostrarnos que el propósito de Dios se cumple a pesar de la iniquidad del hombre. En Hebreos 11 hay una larga lista de personas del Antiguo Testamento que son elogiadas por su fe, y entre ellas están muchas personas pecadoras que hicieron cosas terribles. Pero, porque le creyeron a Dios, su fe les fue contada como justicia (Génesis 15:6).