Respuesta:
Tiranno era el dueño de un salón de conferencias o escuela en Éfeso. Solo se menciona una vez en las Escrituras, en relación con el ministerio de Pablo en Éfeso durante su tercer viaje misionero.
Pablo llevaba unos tres meses enseñando en la sinagoga judía en Éfeso, predicando a Cristo y "persuadiendo acerca del reino de Dios" (Hechos 19:8). Los judíos no respondieron positivamente, como solía ocurrir cuando Pablo hablaba en las sinagogas. Lucas cuenta que "endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno" (Hechos 19:9).
Pablo también había sido rechazado por la población judía en otros centros urbanos. En cada ocasión, dejó de hablar a los judíos y se dirigió a los gentiles (Hechos 13:44-475; 18:5-6). Parece que siguió el mismo patrón en Éfeso: después de haber encontrado oposición pública en la sinagoga judía, Pablo comenzó a predicar a los griegos en el salón de Tiranno.
En realidad no se sabe nada de los antecedentes de Tiranno ni de su condición espiritual, ni siquiera de la función de su "escuela". Su nombre es griego (significa "príncipe" o "gobernante"), y algunos estudiosos creen que Tiranno era un maestro, filósofo o Elocuente, un experto en usar el lenguaje de manera persuasiva o efectiva, que alquilaba su salón a los filósofos y maestros que viajaban. Pudo haber sido simplemente un hombre de negocios que permitió a Pablo usar el edificio. Otros creen que Tiranno era un erudito o rabino judío que tenía su propia sinagoga privada o que dirigía una escuela.
La Biblia nunca indica si Tiranno llegó a ser un creyente en Cristo o si su fe tuvo algo que ver con permitir que Pablo usara su edificio. De hecho, es posible que la sala de conferencias llevara el nombre de un antiguo propietario del edificio o de un profesor respetado en el pasado y que Tiranno no viviera en la época de Pablo. El lugar podría haberse llamado "Escuela de Tiranno" de la misma manera que una universidad hoy en día podría tener el nombre de alguien en su honor.
Aunque nada en las Escrituras indica que Tiranno llegó a ser creyente, tuvo un papel en ayudar a la propagación del evangelio a muchas personas en Éfeso y en la región circundante.
