Pregunta: ¿Por qué Jesús mencionó a Tiro y Sidón en Lucas 10:14?
Respuesta:
Tiro y Sidón, antiguas ciudades de Fenicia, se mencionan varias veces tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Jesús menciona a Tiro y Sidón en Lucas 10 en el contexto de los juicios que pronunciaba contra las ciudades de Corazín y Betsaida.
Tiro y Sidón son ciudades portuarias situadas en el actual Líbano, en la costa mediterránea. Se cree que Sidón existía antes del año 2000 a.C., y que Tiro es un poco más joven. El Antiguo Testamento menciona los tratos de Israel con estas ciudades, incluido el fracaso de los israelitas en conquistar Sidón en la conquista de la Tierra Prometida (Jueces 1:31), su adoración de los dioses sidonios en varias ocasiones (Jueces 10:6-16; 1 Reyes 11), y su obtención de materiales de Sidón y Tiro para la construcción del templo (1 Crónicas 22:4). El rey Hiram de Tiro proporcionó a Salomón muchos de los muebles del templo (1 Reyes 7:13-51). También se menciona a tirios y sidonios ayudando a reconstruir el templo en tiempos de Esdras (Esdras 3:7). La reina Jezabel era sidonia (1 Reyes 16:31). La ciudad sidonia de Sarepta fue donde una viuda atendió a Elías y el Señor le proporcionó aceite y harina durante el hambre; más tarde, el hijo de la viuda se enfermó y Elías lo resucitó (1 Reyes 17:8-24).
El Antiguo Testamento también contiene varias profecías contra Tiro y Sidón que predijeron su completa destrucción (Isaías 23; Jeremías 25; 27; 47; Ezequiel 26-28; Joel 3; Amós 1:9-10; Zacarías 9:1-4). Nabucodonosor sitió Tiro entre 585 y 572 a.C. Alejandro Magno conquistó Tiro en el 322 a.C., destruyendo completamente la ciudad. El rey persa Artajerjes conquistó Sidón. En resumen, se cumplió el juicio profetizado por Dios. Más adelante, ambas ciudades se convirtieron en provincias prósperas de Roma.
Tiro y Sidón eran ciudades gentiles al norte de Israel, y Jesús había sido enviado a los judíos (Mateo 15:24). Pero Jesús seguía ministrándoles: multitudes de Tiro y Sidón iban a verlo y escucharlo (Marcos 3:7-8). Jesús ayudó a una mujer sirofenicia y elogió su fe (Mateo 15:21-28).
Jesús menciona a Tiro y Sidón en Lucas 10:13-14 (ver también Mateo 11:20-24), comparándolas con varias ciudades en las que había realizado milagros. Estas ciudades de Israel habían sido bendecidas con la presencia, la predicación y el poder de Jesús, pero no se habían arrepentido. Jesús pronuncia ayes sobre ellas, afirmando que Tiro y Sidón, si se les hubiera dado la misma oportunidad, se habrían apartado de su maldad y se habrían salvado: "¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! que si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que sentadas en cilicio y ceniza, se habrían arrepentido. Por tanto, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras". Jesús también dice que Capernaum está bajo el juicio de Dios por su rechazo a Cristo (versículo 15), porque "el que me desecha a mí, desecha al que me envió" (versículo 16).
Jesús utilizó las ciudades paganas de Tiro y Sidón para poner de relieve la forma en que el pueblo escogido por Dios lo rechazaba. Los israelitas de la época de Jesús creían seguir rectamente a Dios, pero no reconocían a Dios en medio de ellos. Jesús, básicamente, avergonzó a Corazín, Betsaida y Capernaum: ellos, que se suponía que eran los representantes de Dios en la tierra, se negaron a escuchar; sin embargo, las ciudades paganas se habrían arrepentido rápidamente. Los comentarios de Jesús demuestran la importancia de la responsabilidad y la buena administración. "A todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá" (Lucas 12:48).
El deseo de Dios es que Su Palabra sea conocida y se crea en ella, con el resultado de que las personas sean transformadas (ver Lucas 6:46). Rechazar la luz que se nos ha dado es permanecer en las tinieblas. Despreciar la gracia de Dios y rechazar al Salvador es recibir la pena debida por nuestro pecado.