Pregunta: ¿Qué significa que Jesús dijera: "Yo os haré descansar" (Mateo 11:28)?
Respuesta:
Mateo 11:28 es uno de los versículos más consoladores de los Evangelios. En él, Jesús dice: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar". Se trata de una invitación abierta, extendida a quienes estén dispuestos a venir.
Todo el capítulo se sitúa en el tiempo posterior a que Jesús enviara a los discípulos a una misión (Mateo 11:1). Primero tuvo una interacción con los discípulos de Juan el Bautista. Al parecer, Juan tenía dudas, que Jesús disipó. A continuación, Jesús se dirigió a la multitud en relación con Juan, que era el mensajero enviado para preparar el camino al Mesías (versículo 10).
Trágicamente, muchos de aquella generación rechazaron tanto a Juan como a Jesús. Llamaron a Juan endemoniado y a Jesús borracho. Como consecuencia de este rechazo, Jesús pronuncia un juicio sobre algunas ciudades que habían sido testigos de milagros divinos (Mateo 11:20-24). A continuación, afirma Su unidad con el Padre, afirmando claramente que nadie puede conocer a Dios si no es a través de Él. Por último, ofrece una invitación a los cansados y agobiados. Los que estén dispuestos a venir a Él tienen esta promesa: "Yo os haré descansar".
Jesús está deseoso de revelar el Padre a quienes estén dispuestos. El "cansancio" de los que necesitaban venir era probablemente el resultado de esfuerzos vanos, hechos por el hombre, para llegar al Padre. En otro lugar, Jesús denunció a los líderes religiosos de Su tiempo por imponer cargas innecesarias a la gente (Mateo 23:4, 13-15; Lucas 11:46). Además de la estricta observancia de la ley, los líderes religiosos añadían diversas tradiciones propias (Mateo 15:3-6; Marcos 7:8-9). Jesús presenta un camino mejor. Su yugo es fácil y Su carga ligera, a diferencia de la de los fariseos (Mateo 11:29-30).
Antiguamente, se colocaba un yugo en el cuello de dos animales que trabajaban juntos en el campo. Llevar el yugo de Jesús es entrar en unión con Él. Esto abre una vida de discipulado en la que los dispuestos aprenden de Cristo y son guiados por Su ser humilde y manso. La humildad de Cristo no se parece a la arrogancia de los líderes religiosos.
La "carga" de la que habla Jesús se refiere a lo que Jesús espera de Sus seguidores. Tiene enseñanzas y mandamientos, pero, a diferencia de las gravosas exigencias de los fariseos, la carga de Jesús es ligera. Juan lo afirma en 1 Juan 5:3: "Amar a Dios significa obedecer sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga difícil de llevar" (NTV). Mejor aún, Dios obra en el creyente para que obedezca (Filipenses 2:13).
A la luz de las enseñanzas de las Escrituras, el "descanso" que da Jesús también implica estar libre de la carga del pecado. El pecado es un brutal amo de esclavos, y su esclavitud conduce a la muerte, mientras que obedecer a Dios conduce a la libertad y a una vida justa (Romanos 6:16-18). La obra redentora de Cristo en la cruz nos salvó de la pena del pecado y rompió su poder en nuestras vidas (Romanos 6:10).
Otro pasaje que trata del descanso de Jesús es Hebreos 4. La epístola de Hebreos se escribió a cristianos angustiados que se sentían tentados de volver al antiguo sistema judío, y el escritor subraya la superioridad del Nuevo Pacto sobre el Antiguo. En este contexto, descubrimos que el descanso de Dios está asociado a la confianza en Cristo.
¡Gracias a Dios por Su gracia! Todos los que están agobiados por el pecado y se esfuerzan por ganarse la salvación mediante las obras, deberían atender la invitación de Cristo y aceptar Su descanso, liberándose del pecado y depositando toda la esperanza en Su muerte y resurrección. Además, los creyentes deben reconocer que el yugo de Cristo es fácil. Seguimos Su humilde guía obedeciendo Sus enseñanzas, sabiendo que Su camino es mejor que el legalismo y el libertinaje. Qué distinto es el camino de Cristo del camino de los legalistas, que "atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con un dedo quieren moverlas" (Mateo 23:4, NBLA).
Por último, puesto que Jesús nos da descanso, los líderes cristianos deben evitar añadir más cargas a su rebaño. Deben proclamar el mensaje de gracia y verdad de Dios, no cargar al pueblo de Dios con tradiciones humanas.