Pregunta: ¿Qué significa "Pues a sus ángeles mandará acerca de ti" (Salmo 91:11)?
Respuesta:
Los ángeles son seres espirituales que sirven a Dios. Una tarea asignada a los ángeles es llevar a cabo la protección soberana de Dios sobre los humanos. En tiempos de crisis, el salmista estaba seguro:
Pues Él dará órdenes a Sus ángeles acerca de ti,
Para que te guarden en todos tus caminos.
En sus manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.
(Salmo 91:11-12, NBLA).
En el Salmo 91:11, la expresión "dará órdenes" es una traducción del verbo hebreo que significa "mandar, dar una orden o encargar a alguien que haga algo". La Nueva Traducción Viviente dice: "Pues él ordenará a sus ángeles que te protejan por donde vayas". La Nueva Versión Internacional dice: "Porque él ordenará que sus ángeles te protejan en todos tus caminos". Dios es el que ordena la protección; los ángeles no son más que sus agentes para llevarla a cabo.
Cuando el diablo tentó a Jesús en el desierto, citó mal este versículo (omitiendo las palabras en todos tus caminos): "Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo, pues escrito está:
"A Sus Ángeles te encomendará", Y: "En las manos te llevarán, no sea que Tu pie tropiece en piedra" (Mateo 4:6, NBLA).
Los patriarcas y profetas del Antiguo Testamento reconocieron la suprema guía y protección de Dios cuando les dio ángeles a cargo de ellos dondequiera que fueran (Génesis 19:15; 24:7; 32:1; 48:16; 2 Reyes 6:17; Isaías 63:9). Cuando cerró la boca de los leones y salvó a los hombres de las llamas ardientes, incluso reyes impíos como Nabucodonosor y Darío reconocieron que el Dios de Daniel, Sadrac, Mesac y Abed-nego da órdenes a sus ángeles para proteger y rescatar a los que confían en Él (Daniel 3:28; 6:22).
En el Nuevo Testamento, la soberana protección y guía de Dios a través de los ángeles continúa (Mateo 18:10; Hechos 8:26). En medio de una violenta tormenta en el mar, a punto de naufragar, el apóstol Pablo recibió la visita de un ángel que le aseguró la protección de Dios. Pablo dijo a los hombres de a bordo: "¡Pero anímense! Ninguno de ustedes perderá la vida, aunque el barco se hundirá. Pues anoche un ángel del Dios a quien pertenezco y a quien sirvo estuvo a mi lado y dijo: "¡Pablo, no temas, porque ciertamente serás juzgado ante el César! Además, Dios, en su bondad, ha concedido protección a todos los que navegan contigo". Así que, ¡anímense! Pues yo le creo a Dios. Sucederá tal como él lo dijo" (Hechos 27:22-25, NTV).
Después de que Pedro y los apóstoles fueran encarcelados por predicar el Evangelio, Dios ordenó a Su ángel que los entregara de nuevo a la tarea de salvar almas: "pero un ángel del Señor llegó de noche, abrió las puertas de la cárcel y los sacó. Luego les dijo: "¡Vayan al templo y denle a la gente este mensaje de vida!". Así que, al amanecer, los apóstoles entraron en el templo como se les había dicho, y comenzaron a enseñar de inmediato" (Hechos 5:19-21, NTV).
En el momento de su arresto, Jesús dijo a los discípulos que no se resistieran a los soldados: "Guarda tu espada", les ordenó Jesús. "¿No te das cuenta de que yo podría pedirle a mi Padre que enviara miles de ángeles para que nos protejan, y él los enviaría de inmediato?" (Mateo 26:52-53, NTV). Dios encargó a Sus ángeles que guiaran y protegieran a Jesús durante toda Su vida (Mateo 2:13, 19-20; 4:11; Lucas 22:43).
Los siervos fieles del Señor siguen estando bajo el cuidado constante de los ángeles. Dios les encarga que nos cuiden. Por supuesto, hay momentos en los que Dios permite que Sus siervos sufran por Sus propios propósitos, y han existido casos de martirio y persecución a través de todas las épocas. Eso no significa que los perseguidos no estén bajo el cuidado de los ángeles en sus aflicciones. Dios no los abandona. De hecho, podríamos considerar que los mártires han recibido "la mayor liberación posible: entrar en la presencia de Dios" (Fernando, A., "Pestilence May Come Near You", www.desiringgod.org/articles/pestilence-may-come-near-you, consultado el 1/9/24).
Sea como sea que Dios decida liberar, el hecho es que, a lo largo de la historia, Dios ha utilizado a los ángeles como medio de protección. A menudo ha dirigido a sus veloces y poderosos mensajeros - "sus ángeles como los vientos... como llamas de fuego" (Hebreos 1:7, NTV)- para proteger a sus fieles seguidores (ver 1 Reyes 19:5-7; Salmo 78:23-25; Hechos 12:6-11).
