Pregunta: ¿Es la adicción a la pornografía una razón aceptable para el divorcio?
Respuesta:
La pornografía es una pandemia que azota nuestro mundo, destruyendo corazones, vidas y familias. El daño que la pornografía hace a los matrimonios es incalculable, ya que crea expectativas poco realistas y egoístas para la intimidad marital y lleva a la frustración y al dolor para ambos cónyuges. Debido a que la adicción a la pornografía, o incluso su uso frecuente, es tan destructiva para las relaciones, muchos se preguntan si justifica el divorcio. Citan las palabras de Jesús en Mateo 5:28 como prueba de que la lujuria en el corazón equivale al adulterio. Por supuesto, el adulterio es una razón bíblica para el divorcio (versículo 32); ¿califica la adicción a la pornografía también?
La respuesta puede ser tanto sí como no, y examinaremos ambas posibilidades. En nuestro mundo, es prácticamente imposible evitar ver imágenes sexuales. Si bien el uso de pornografía está aumentando rápidamente entre las mujeres, es principalmente el uso del esposo lo que amenaza un matrimonio. Lamentablemente, la mayoría de los chicos se exponen por primera vez a la pornografía a una edad muy temprana. Según una investigación realizada por la Universidad de Nebraska, “la edad promedio de la primera exposición fue de 13.37 años de edad, siendo la exposición más temprana a los 5 años" (www.apa.org/news/press/releases/2017/08/pornography-exposure, consultado el 10/6/20). El mismo estudio demostró que cualquier tipo de exposición infantil a la pornografía afectó directamente las actitudes y comportamientos posteriores hacia las mujeres.
Para muchos esposos, el uso de pornografía es un secreto oscuro; la vergüenza lo mantiene oculto, y las esposas no lo saben. Para otros, la primera vez que una esposa es consciente del uso de pornografía de su esposo es en la luna de miel cuando él le pide que haga cosas con las que se siente incómoda. Entonces todo sale a la luz. Pero ¿en qué momento una esposa está justificada en divorciarse de su esposo adicto a la pornografía?
Hay dos formas de ver este problema. La primera es que, dado que el adulterio y el abandono son las únicas bases bíblicas explícitas para el divorcio, el uso de la pornografía no califica. El esposo es culpable de lujuria y de complacerse a sí mismo, pero no cometió físicamente inmoralidad sexual con otra persona. Muchos esposos adictos a la pornografía utilizan este razonamiento para protegerse de repercusiones más severas. Pero mientras un esposo se esconda detrás de excusas en lugar de buscar ayuda para superar la adicción, corre el riesgo de cavarse un pozo más profundo para sí mismo, y el matrimonio no prosperará.
Incluso si se acepta el razonamiento anterior, las esposas comprometidas con los estándares de Dios para el matrimonio no están indefensas. Si bien es posible que el divorcio no sea una opción, la separación puede serlo. Los adictos de todo tipo están envueltos en una profunda negación. Se niegan a ver cómo su adicción está dañando a las personas en sus vidas. Inmediatamente después de enterarse del uso de pornografía de su esposo, una esposa generalmente se culpa a sí misma: "No soy lo suficientemente bonita, delgada, divertida, etc". La adicción continua a la pornografía de un esposo genera una tremenda inseguridad en una esposa. Ella ve el uso de la pornografía de él como una infidelidad, mientras que el esposo puede que no. Sin embargo, si va a superarlo, necesitará su apoyo y aliento. Una esposa sabia caminará con él a través de esto, reconociendo que su adicción no tiene nada que ver con su valor o atractivo. Y si él está dispuesto a buscar ayuda, ella también debería buscar ayuda.
La mayoría de los terapeutas cristianos recomiendan un período de abstinencia total de sexo de 30 a 60 días mientras el esposo aprende nuevas formas de satisfacer sus profundas necesidades emocionales en Cristo en lugar de a través de la pornografía. La esposa tendrá que cooperar con esto como una forma de ayudar a curar lo que está roto en su matrimonio. En lugar de buscar un divorcio, una esposa puede darle a su esposo un ultimátum: "O la pornografía, o yo y los niños". Ella no tiene que tolerar una adicción impenitente que está violando la santidad del lecho conyugal (Hebreos 13:4). Puede optar por mudarse por un tiempo, negarle el sexo siempre que él continúe con la pornografía, o, si él se niega a detenerse, llevar el asunto ante el liderazgo de su iglesia. Estas son medidas temporales con el objetivo de reunir a la pareja cuando se implementen la rendición de cuentas y las salvaguardas.
Pero hay otra forma de ver este problema, y es considerar el uso de pornografía como equivalente al adulterio. Algunas esposas creen que han orado, atraído, peleado, esperado, suplicado y buscado consejo hasta que no queda nada por hacer. Un esposo impenitente que se niega a buscar ayuda y responsabilidad, de hecho, puede estar proporcionando a su esposa fundamentos bíblicos para el divorcio. Ya no está tropezando con la lujuria como todo el mundo de vez en cuando; ha creado un estilo de vida inmoral. Está obligando a su esposa a vivir con un hombre adúltero y, de alguna manera, a participar en su pecado. Cuando tienen relaciones sexuales, no está haciendo el amor con ella. Está exteriorizando su lujuria por otras mujeres en el cuerpo de su esposa. Eso es adulterio mental, y ella puede darse cuenta.
Si bien el divorcio nunca debe ser la primera respuesta a los problemas matrimoniales, puede ser necesario cuando no es posible vivir juntos en paz (1 Corintios 7:15). Las palabras de Jesús en Mateo 19:8 pueden aplicarse a los adictos impenitentes que están abandonando a sus familias a favor de una substancia o comportamiento. A los fariseos que le preguntaron sobre el divorcio, Jesús respondió: "Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así". Los adictos que se niegan a cambiar han endurecido sus corazones. Por lo tanto, si uno de los cónyuges puede decir honestamente que hizo todo lo posible para salvar el matrimonio, pero la adicción está destruyendo todo lo que significa el matrimonio, entonces el divorcio puede ser una decisión permitida.