Pregunta: ¿Qué significa andar en amor (Efesios 5:2)?
Respuesta:
De acuerdo a Efesios 5:1-2, andamos en amor al imitar a Dios como lo hizo Jesús, ofreciendo nuestras vidas en sacrificio a Dios: "Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante".
El "andar" de Efesios 5:2 se refiere a nuestro comportamiento y cómo actuamos. Andamos en amor cuando actuamos como Dios. Cuando nos comportamos como Jesús, estamos andando en amor. Así como a los niños les gusta imitar a sus padres, nosotros debemos imitar a Dios de la misma manera que Jesús copió el comportamiento de Su Padre.
La palabra griega traducida como "amor" en este pasaje es ágape. Ágape es un amor sacrificado, desinteresado, incondicional que se demuestra con acciones. Describe perfectamente el amor de Dios por nosotros (Juan 3:16) y el amor de Cristo por nosotros (1 Juan 3:16). Con ágape, "En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él" (1 Juan 4:9). Cuando la Biblia dice "Dios es amor" en 1 Juan 4:8, la palabra "amor" es una traducción de ágape. La naturaleza de Dios, Su esencia, es amor desinteresado, sacrificado e incondicional.
El apóstol Juan enfatizó que, dado que Dios nos ama de manera sacrificada e incondicional, debemos amar a los demás de la misma manera: "Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros" (1 Juan 4:11). De nuevo, andamos en amor al imitar el amor de Dios hacia nosotros, en cómo mostramos amor a los demás. Jesús enseñó el mismo principio cuando dijo, "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos" (Juan 15:13).
El apóstol Pablo da una descripción detallada de cómo andar en amor: "El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia" (1 Corintios 13:4–7 − NTV). La mayor virtud que podemos cultivar en nuestra vida cristiana es el amor ágape (1 Corintios 13:13).
En Efesios 5:2, Pablo dijo que Jesús "se entregó a sí mismo por nosotros". Entregarnos significa ofrecer nuestras vidas a Dios en sacrificio. Significa seguir, obedecer, someternos, servir y vivir en una relación comprometida con Él. Entregarnos significa andar en amor. Cuando nos comportamos de esta manera, nuestra vida se convierte en una "ofrenda encendida de olor grato" para Dios y para todo el que encuentre su aroma (Levítico 1:17; 3:16). Pablo exhortó a los creyentes a ofrecerse en "sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional" (Romanos 12:1).
Cuando andamos en amor, demostramos al mundo que somos verdaderos seguidores de Jesucristo: "El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos" (Juan 13:35 − NTV; ver también 1 Juan 3:14).
Como hijos de Dios y miembros de Su familia, estamos llamados a negar nuestros propios deseos e intereses egoístas por amor a Dios y a los demás. Aunque somos libres en Cristo, usamos nuestra libertad "para servirse unos a otros por amor. Pues toda la ley puede resumirse en un solo mandato: "Ama a tu prójimo como a ti mismo"" (Gálatas 5:13-14 − NTV). Pedro dijo, "Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro" (1 Pedro 1:22 − NTV). Esta imitación sincera y sacrificada del ágape divino de Dios es lo que significa andar en amor.
