Pregunta: ¿Qué significa andar en tinieblas (1 Juan 1:6)?
Respuesta:
La idea de andar en tinieblas se menciona en varias partes de la Escritura, incluyendo 1 Juan 1:6, "Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad". Este versículo sirve como una advertencia y desafío para todos aquellos que afirman tener una relación con Dios. El cristianismo va más allá de las palabras y se revela a través de nuestras acciones.
Andar en tinieblas significa llevar un estilo de vida pecaminoso y cometer actos que Dios odia. El término andar se usa a menudo como una metáfora para la vida diaria. Por lo tanto, Juan se dirige a los que dicen ser seguidores de Cristo, pero siguen viviendo de manera impía. En otros lugares, la Escritura enumera comportamientos comúnmente asociados con andar en tinieblas, como "adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas" (Gálatas 5:19-21). Vivir en tinieblas se centra en el egocentrismo, satisfaciendo deseos personales (Efesios 2:3; Romanos 1:24-25). Esto plantea la pregunta: ¿Estamos buscando agradar a Dios o solo a nosotros mismos?
Se espera que los que rechazan a Dios vivan para sí mismos y anden en tinieblas. Pero también es posible identificarse con Cristo y aun así vivir de manera egoísta. Esta fue la tentación que llevó a Eva y Adán por mal camino. La serpiente los invitó a apartarse de Dios y buscar gobernarse a sí mismos, diciendo: "seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal" (Génesis 3:5). A lo largo de la historia, la humanidad ha deseado ser como Dios, estableciendo sus propias ideas sobre la realidad y la moralidad. El problema es que, en nuestro estado caído, consideramos bueno lo que Dios llama malo y denigramos lo que Él llama bueno.
¿Qué pasa con los seguidores de otras religiones teístas que también reconocen un Ser trascendente: viven en la oscuridad? ¿No conocen a Dios? El problema con otras religiones es doble: 1) su negación de la condición humana universal—imperfección moral y la incapacidad de cumplir las normas de Dios—y 2) su rechazo a Cristo. La verdadera religión surge al acercarse a Dios a través de Cristo, reconociendo que solo Él es justo y solo Él puede tender un puente entre Dios y el hombre (1 Timoteo 2:5). Cuando creemos que podemos lograr la justicia a través de nuestros esfuerzos, nos convertimos en santurrones o nos desanimamos; de cualquier manera, el resultado es un comportamiento pecaminoso.
Lo opuesto a andar en tinieblas es vivir en la luz, a partir del momento en que nos convertimos a la Luz del mundo. A través de la obra redentora de Cristo y la regeneración del Espíritu Santo, pasamos del reino de las tinieblas al de la luz (Colosenses 1:13-14; ver también Hechos 26:17-18; 1 Pedro 2:9). Debido a que estamos en la luz, deberíamos andar "como hijos de luz" (Efesios 5:8). Nuestra manera de vivir debe reflejar nuestra afirmación de conocer a Dios; de lo contrario, con razón pareceremos deshonestos. "Mentimos", como dice 1 Juan 1:6. "Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas" (1 Tesalonicenses 5:5).
Los críticos a menudo señalan el contraste entre la creencia y el comportamiento en muchos cristianos como un argumento contra el evangelio. Si bien esta acusación puede ser sesgada, no podemos ignorar que, cuando nos asociamos con Jesús, incluso los de afuera esperan ver cambios. Muchas personas vienen a Cristo debido al estilo de vida piadoso de un amigo o familiar cristiano. ¿Estamos viviendo realmente la verdad del evangelio en nuestros hogares, lugares de trabajo, barrios e iglesias? ¿O seguimos andando en tinieblas?
