Pregunta: ¿Por qué dice Proverbios 12:25 que la ansiedad causa depresión?
Respuesta:
Proverbios 12:25 dice: "La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime, pero la buena palabra lo alegra" (NBLA). Aunque hay diferentes causas para la depresión, Salomón identifica una importante, la ansiedad: "La angustia abate el corazón del hombre" (NVI).
Proverbios 12 enseña las diferencias entre sabiduría e insensatez y bondad y maldad en una serie de declaraciones de contraste. Estos proverbios tocan muchas áreas de la vida, incluyendo la disciplina amorosa vs. la reprensión odiosa (Proverbios 12:1), el bien vs. el mal (Proverbios 12:2), la maldad vs. la justicia (Proverbios 12:3), una esposa excelente vs. una esposa vergonzosa (Proverbios 12:4), los pensamientos justos frente a los consejos perversos (Proverbios 12:5), las palabras perversas frente a la boca de los rectos (Proverbios 12:6), la longevidad de los justos frente a la brevedad de los malvados (Proverbios 12:7), la sabiduría de los sabios frente a la insensatez de los necios (Proverbios 12:8), el amor de los sabios frente a la insensatez de los necios (Proverbios 12:9), la maldad de los buenos frente a la maldad de los malos (Proverbios 12:10), la maldad frente a la justicia de los justos (Proverbios 12:11). Proverbios 12:14 cierra con broche de oro los contrastes de los versículos 1-13, resumiendo que las palabras y las obras dan fruto.
Proverbios 12:15-27 ofrece otra lista de contrastes, donde Proverbios 12:28 resume que el camino de la rectitud promueve la vida y no la muerte. Es en esta sección de contrastes donde la Biblia nos dice que la ansiedad causa depresión (Proverbios 12:25). Los contrastes que ilustran los beneficios de la rectitud sobre la maldad incluyen la rapidez del necio para airarse frente a la prudencia de la persona para ocultar la deshonra (Proverbios 12:16), hablar con la verdad frente a dar falso testimonio (Proverbios 12:17), hablar precipitadamente frente a la lengua de sanidad de los sabios (Proverbios 12:18), los labios veraces son establecidos para siempre vs. la temporalidad de los labios mentirosos (Proverbios 12:19), la maquinación engañosa del mal vs. el consejo pacífico y alegre (Proverbios 12:20), la angustia de los malvados vs. la protección de los justos (Proverbios 12:21), labios mentirosos vs. trato fiel (Proverbios 12:22), ocultamiento prudente del conocimiento vs. proclamación insensata de la necedad (Proverbios 12:23), diligencia vs. pereza (Proverbios 12:24), ansiedad que causa depresión vs. buenas palabras que causan alegría (Proverbios 12:25), la guía justa de un prójimo vs. el malvado que extravía (Proverbios 12:26), y pereza vs. diligencia (Proverbios 12:27). Todos estos contrastes demuestran que la justicia es un camino que lleva a la felicidad (Proverbios 12:28).
El contexto nos ayuda a entender por qué la Biblia nos dice que la ansiedad causa depresión. El camino de la rectitud no solo es el camino correcto, sino que también ofrece muchos beneficios prácticos. Por ejemplo, la ansiedad causa depresión, pero las buenas palabras alegran el corazón (Proverbios 12:25). La ansiedad es preocupación, falta de confianza en Dios y asumir demasiada responsabilidad por las circunstancias. Cuando estamos ansiosos, nos decimos a nosotros mismos (o escuchamos a otros que nos lo dicen) palabras que nos imponen responsabilidades que no nos corresponden.
Los salmistas se enfrentaron a la ansiedad y a la depresión que puede ocasionar. Cuando el salmista dice con ansiedad que su pie ha resbalado, recuerda que la misericordia de Dios le sostendrá y que Sus palabras de aliento son una delicia (Salmo 94:19-20). En otro lugar, David suplica a Dios que escudriñe y descubra en él los pensamientos ansiosos (Salmo 139:23). Al mismo tiempo, le pide a Dios: "Y ve si hay en mí camino malo, y guíame en el camino eterno" (Salmo 139:24, NBLA). Estos salmistas reconocen que la ansiedad es fijar la atención en los problemas más que en las promesas de Dios, y buscan a Dios para que alivie la depresión resultante.
La Biblia nos dice que la ansiedad causa depresión, pero, al terminar Proverbios 12:25, también nos recuerda que una buena palabra puede traer alegría. Cuando anima a los descendientes de Abraham, Dios les recuerda que no deben mirar ansiosamente a su alrededor, sino que deben centrarse en Dios: "yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia" (Isaías 41:10). Pablo nos recuerda que no debemos afanarnos por nada, sino más bien orar; el resultado será que disfrutaremos de la increíble paz de Dios en nuestras vidas (Filipenses 4:6-7), por muy dolorosas o difíciles que sean nuestras circunstancias. En vez de soportar nosotros mismos el peso de esas dificultades y ponernos ansiosos y deprimidos, podemos echar nuestra ansiedad sobre Él, porque Él cuida de nosotros (1 Pedro 5:7).