Pregunta: ¿Qué atributos de Dios están por encima de todos los demás?
Respuesta:
La pregunta de cuáles atributos de Dios son los más altos o importantes o "por encima" de los demás debe responderse de dos maneras paralelas. Una posible respuesta diferencia entre los atributos de Dios que son más importantes para que los comprendamos; pero también debemos considerar si algunos atributos de Dios son o no más importantes para Él, en realidad. Sorprendentemente, cuando miramos los atributos de Dios, encontramos que todos son inmutables y perfectos, por lo que no hay una diferencia práctica en su importancia, al menos no para Dios. Sin embargo, desde un punto de vista humano, la forma en que entendemos las cualidades de Dios tiene que seguir un cierto orden.
Para ser verdaderamente "infinitamente" perfecto, un ser tiene que ser perfecto en todas las cualidades. Atributos como la omnipotencia y la omnisciencia solo pueden existir en cooperación entre sí. Por ejemplo, un ser no podría tener todo el poder posible a menos que también tenga todo el conocimiento posible. No podría ser omnisciente a menos que fuera omnipresente. Y así sucesivamente. Por esta razón, los atributos de Dios no pueden ser clasificados en una escala de importancia como si algunos fueran más importantes que otros. Todas las cualidades de Dios son igualmente perfectas, igualmente "infinitas", e igualmente importantes.
Al mismo tiempo, los seres humanos no somos infinitos ni perfectos. Nuestro entendimiento tiene que venir en pasos y etapas. Por esta razón, ciertos atributos de Dios deben ser entendidos antes de poder apreciar adecuadamente los demás. Cuando todo está dicho y hecho, el punto de partida para entender quién es Dios, desde una perspectiva humana, es Su santidad (ver Isaías 6:3). La santidad de Dios significa que Él está apartado de la humanidad, que Él es algo distinto a lo que somos, de una manera radical y fundamental. Él es perfecto, sin una pizca de maldad. Antes de que cualquier otra cosa sobre Dios tenga sentido, debemos entender que Dios es santo; sin reconocer esta singularidad, ninguna de Sus otras cualidades tiene sentido.
En términos más generales, necesitamos comprender los atributos de Dios que están "más allá" de la humanidad antes de que podamos entender aquellos más conectados a la experiencia humana. La santidad, soberanía y omnipotencia de Dios, por ejemplo, son fundamentos cruciales para nuestra comprensión de Sus otras cualidades como el amor y la justicia. Como se señaló antes, la perfección de Dios asegura que ninguna de las cualidades de Dios esté "más" o "menos" presente que las demás. Pero, para comprender a Dios hasta donde la mente humana es capaz, podemos organizar esas cualidades en un cierto orden lógico. Eso comienza con Su santidad, se extiende a Su poder (omnipotencia, soberanía, etc.), y luego a Su personalidad (amor, misericordia, justicia, etc.).