Pregunta: ¿Qué significa que basta a cada día su propio mal (Mateo 6:34)?
Respuesta:
Hay tantas circunstancias y situaciones en este mundo que nos preocupan. La incertidumbre de lo que nos depara el futuro a menudo nos mantiene despiertos por la noche o consume nuestros pensamientos con ansiedad o preocupación. Sin embargo, Jesús nos dijo que no nos preocupáramos por el mañana. Dijo: "Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal" (Mateo 6:34) o "Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy" (NTV).
En el Sermón del Monte, Jesús les enseña a Sus discípulos a no preocuparse. Nos desafía a todos a no preocuparnos por nuestras vidas (Mateo 6:25), a no preocuparnos por lo que vamos a comer y vestir (versículo 31), y a no preocuparnos por el mañana (versículo 34). En lugar de preocuparnos, podemos confiar en Dios. No tenemos que preocuparnos por nuestras provisiones diarias porque Dios es confiable como nuestro Proveedor (versículos 26, 30, 32). En lugar de preocuparnos, podemos acudir a Dios para nuestras necesidades diarias en oración (versículo 11) y confiar en que Él proveerá. Jesús nos dice que tampoco debemos preocuparnos por nuestro futuro, porque basta a cada día su propio mal.
Preocuparse por el futuro es inútil. No podemos arreglar nada preocupándonos. Tampoco podemos cambiar ninguna circunstancia o acontecimiento futuro preocupándonos, al igual que no podemos aumentar nuestra estatura preocupándonos (Mateo 6:27). Tampoco tenemos la garantía de que las cosas sucedan como nos preocupamos. Es posible que los problemas que anticipamos para mañana nunca sucedan (Proverbios 27:1).
Otro problema de la preocupación es que desvía nuestra atención del presente. Jesús nos recuerda que basta a cada día su propio mal. Esto significa que cada día tiene sus propios problemas y desafíos a los que hay que enfrentarse de manera piadosa, sin añadir problemas hipotéticos que puedan surgir mañana. Al afrontar los retos de hoy, podemos afrontar mejor los de mañana (Mateo 13:12). La paráfrasis de Eugene Peterson de Mateo 6:34 es: "Presta toda tu atención a lo que Dios está haciendo ahora mismo, y no te angusties por lo que puede o no puede suceder mañana. Dios te ayudará a lidiar con cualquier cosa difícil que surja cuando llegue el momento".
Jesús nos dice en qué debemos concentrarnos hoy: Su reino y Su justicia (Mateo 6:33). Basta a cada día su propio mal no significa que no hacemos planes para el futuro. Significa que elegimos no preocuparnos ni estar ansiosos por el mañana y en vez de eso nos enfocamos en lo que Él nos llama a hacer hoy. El problema de mañana vendrá mañana, y cuando lo haga, Dios todavía estará allí con nosotros (Salmos 73:23-26; Mateo 28:20). Él es el que tiene el control del mañana en Sus manos (Jeremías 29:11; Salmos 23; Santiago 4: 13-15). Debemos confiar en que Dios nos proveerá de lo necesario día a día. Como dice el himno "Día a Día" de Carolina Sandell,
Día en día Cristo está conmigo
Me consuela en medio del dolor
Pues confiando en su poder eterno
No me afano ni me da temor
Sobrepasa todo entendimiento
La perfecta paz del Salvador
En su amor tan grande e infinito
Me dará siempre lo que es mejor.
Cuando sentimos la tentación de preocuparnos por el mañana, tenemos que volver a enfocarnos y recordar que basta a cada día su propio mal. Confiamos en Dios para que nos guarde el día de mañana, y Él nos dará amorosamente lo que necesitemos para superarlo entonces: "Que las misericordias del Señor jamás terminan, Pues nunca fallan Sus bondades; Son nuevas cada mañana; ¡Grande es Tu fidelidad!" (Lamentaciones 3:22-23).