Pregunta: ¿Qué significa "Besados serán los labios del que responde palabras rectas" (Proverbios 24:26)?
Respuesta:
Como aspectos esenciales del carácter de Dios, la honestidad y la veracidad son muy elogiadas en las Escrituras. Dios es verdad (Salmo 117:2), y es imposible que diga una mentira (Hebreos 6:18). Por lo tanto, Dios desea que Su pueblo sea honesto en lo más íntimo de su ser (Salmo 51:6). En Proverbios 24:26, Salomón afirma: "Besados serán los labios del que responde palabras rectas".
En la mayoría de los casos, un beso en los labios es una expresión física de amor agradable y deseable. Un beso, es bienvenido cuando está motivado por un afecto sincero o un respeto genuino. En muchas culturas actuales y antiguas, un beso no es exclusivamente un gesto romántico. En el Antiguo Testamento, los besos se intercambiaban en los saludos entre familiares (Génesis 29:11, 13; 33:4; 45:15; 48:10; Éxodo 4:27) y a menudo servían como expresiones de honor, homenaje o amistad sincera (2 Samuel 15:5; 1 Reyes 19:18; 1 Samuel 10:1; 20:41).
En el Nuevo Testamento, los cristianos se saludaban con "un ósculo/beso santo" como símbolo de su comunión familiar en el Señor (Romanos 16:16; 1 Corintios 16:20; 2 Corintios 13:12; 1 Tesalonicenses 5:26; 1 Pedro 5:14). Jesús reprendió a Simón el fariseo por no ofrecerle el saludo acostumbrado y hospitalario con un beso (Lucas 7:36-50).
Una respuesta sincera es como un beso en los labios porque, cuando hablamos con honestidad y sinceridad, mostramos auténtica preocupación por la persona a la que nos dirigimos. Como un beso en los labios, decir la verdad es una expresión deliciosa y deseable impulsada por el afecto sincero, la amistad y el respeto.
Un comentario expone: "Una buena respuesta es tan buena como un beso. El buen contestador hace una cosa tan agradecida como un amigo que besa a su amigo. Elimina dudas y errores, vicios y perplejidades" (Fausset, A. R., A Commentary, Critical, Experimental, and Practical, on the Old and New Testaments: Job-Isaías, vol. III, William Collins, Sons, & Co., Ltd., p. 493). Otro comentarista explica: "El beso de un amante es uno de los mayores deleites conocidos por los seres humanos. Ese mismo nivel de deleite resulta de una respuesta sincera" (Lennox, S. J., Proverbs: a Bible Commentary in the Wesleyan Tradition, Wesleyan Pub. House, 1998, p. 254).
Hablar con franqueza y honestidad no es solo la marca de la amistad genuina, sino del verdadero carácter cristiano. La Escritura dice que Dios no tolera la deshonestidad. "No permitiré que los engañadores sirvan en mi casa, y los mentirosos no permanecerán en mi presencia", afirma el Señor en el Salmo 101:7 (NTV). La veracidad no es algo natural para los seres humanos no regenerados (Salmo 116:11); por lo tanto, la honestidad interna demuestra que el "Espíritu de verdad" está obrando en el corazón de una persona (Juan 15:26; 16:13). Aquellos que caminan en comunión con Dios caminan en la luz y practican la verdad (1 Juan 1:5-10). A medida que los cristianos maduran en el Señor, serán honestos consigo mismos y con los demás.
La persona que responde honestamente revela que la verdad habita en su corazón (Mateo 15:18). Cuando decimos lo que es verdadero y correcto, demostramos integridad moral. Mostramos que la veracidad y la honestidad son cualidades de nuestro interior.
El salmista instruye a los pecadores: "Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino; pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían" (Salmo 2:12). Este salmo insta a los humanos desafiantes a abandonar su rebelión contra Dios y abrazar humildemente al Mesías, Jesucristo, antes de que sea demasiado tarde.
En lugar de resistirnos a Cristo, debemos "besar al Hijo" humillándonos en sumisión a Él como quienes se inclinan ante un rey terrenal para besar su anillo. "Besamos al Hijo" cuando aceptamos reverentemente a Jesús como nuestro soberano Señor y Rey. En honor, respeto, amor y obediencia, nos humillamos ante Él. Solo quienes abrazan humildemente al Hijo con un beso pueden decir "la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia" (Efesios 4:15, NTV).
"Manzana de oro con figuras de plata es la palabra dicha como conviene" (Proverbios 25:11), y una respuesta honesta es agradable y tranquilizadora, "como un beso en los labios" para el oyente (ver también Proverbios 15:23). Un beso, expresa amor, devoción, sinceridad, honor, respeto y sumisión; es una ilustración externa que refleja la realidad interna del corazón.
