Pregunta: "¿Hay alguna validez en los códigos de la Biblia?"
Respuesta:
Los códigos de la Biblia son mensajes ocultos que se supone que existen en el texto original de las Escrituras. Mucha gente afirma haber descubierto los códigos de la Biblia usando patrones matemáticos. Algunos códigos se encuentran al contar las letras o al asignar valores numéricos a cada letra de un texto (llamado "teomática"). Los códigos más complejos se encuentran con la ayuda de las computadoras. Por ejemplo, algunos han examinado Isaías 53:5 ("Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados") y, utilizando cada doceava letra hebrea, escribieron la frase "Jesús es mi nombre".
Por lo tanto, parece que hay algunos códigos de la Biblia que revelan información específica e importante. No podemos descartar completamente la posibilidad de que Dios haya "escondido" mensajes en Su Palabra. Ciertamente Dios es capaz de estructurar Su Palabra inspirada de una manera tan compleja. Sin embargo, sabemos que Dios quiere que entendamos Su Palabra (2 Timoteo 3:16-17), por lo tanto, debemos preguntarnos por qué Él "ocultaría" información valiosa para que la gente sea incapaz de descifrar durante miles de años.
Hay algunos problemas relacionados con los códigos de la Biblia. Por un lado, la Biblia nunca insinúa la existencia de códigos internos (a pesar de Proverbios 25:2), de manera que todos los códigos de la Biblia son el resultado de construcciones humanas superpuestas al texto. Cuando Jesús cita pasajes de la Biblia, nunca utiliza un "código de la Biblia" para extraer un mensaje. El apóstol Pablo, cada vez que hace referencia a pasajes del Antiguo Testamento, nunca utiliza un "código bíblico" para ofrecer una interpretación más profunda. Lo mismo se puede decir de todos los demás autores bíblicos.
Además, los códigos de la Biblia no son necesarios. Lo que necesitamos saber y aplicar es suficientemente claro a partir de una lectura "directa" de la Palabra de Dios. Nuestra salvación viene a través del llamado que le hacemos a Cristo para que nos salve de nuestro pecado. El llamado a Cristo viene cuando ponemos nuestra fe en Él. La fe viene como resultado de escuchar la Palabra de Dios. El escuchar ocurre cuando la gente sale y predica la Palabra de Dios a otros (Romanos 10:9-17). Después de la salvación, crecemos en Cristo mientras nos alimentamos de la Palabra de Dios (Salmo 119:9-11,105; 2 Timoteo 3:16-17; 1 Pedro 2:2). Todos estos pasajes se refieren a tomar el texto de la Biblia al pie de la letra y aplicar sus principios. La salvación y la santificación no dependen de la búsqueda de los códigos de la Biblia.
Además, el identificar los códigos de la Biblia es de alguna manera arbitrario. El proceso de descubrimiento e interpretación depende en gran medida de la perspectiva del investigador. Esto es especialmente cierto cuando los códigos de la Biblia se consideran proféticos.
¿Es la Biblia un libro complejo? Sí. ¿Es más complejo de lo que sabemos? Sí, seguramente. ¿Es posible que Dios haya incrustado mensajes ocultos en el texto original de la Escritura? Sí, es posible que existan códigos de la Biblia. Pero, una vez más, una simple lectura de la Biblia habla por sí misma. Todo lo que necesitamos de la Biblia se obtiene de un estudio sencillo de su texto (2 Timoteo 2:15; 3:16-17). No hay necesidad de las tediosas tareas de contar las letras, buscar secuencias y organizar el texto en varios cuadrantes para encontrar lo que equivale a patrones cuestionables e interpretaciones subjetivas.