Respuesta:
En la actualidad hay un gran debate sobre la validez del creacionismo, definido como “la creencia de que el universo y todos los organismos vivos, se originaron de específicos actos de creación divina, como en la narración bíblica, y no por medio de procesos naturales tales como la evolución”. El creacionismo a menudo es rechazado por la comunidad secular y acusado de carecer de valor científico. Sin embargo, el creacionismo es claramente compatible con un enfoque científico de cualquier tema. El creacionismo hace declaraciones acerca de eventos, lugares, y cosas reales del mundo. No se ocupa solamente de ideas subjetivas o conceptos abstractos. Hay hechos científicamente establecidos que son consistentes con el creacionismo, y la manera en que estos hechos se relacionan entre sí se prestan en sí mismos para una interpretación creacionista. Al igual que otras claras evidencias científicas son usadas para dar coherencia a una serie de factores, sucede igualmente con el creacionismo.
Entonces, ¿es el creacionismo –tan opuesto al “naturalismo” que es definido como “un punto de vista filosófico según el cual, todo surge de propiedades y causas naturales, y las explicaciones sobrenaturales o espirituales son excluidas o descartadas” científico? Realmente, la respuesta depende de lo que definas por “científico”. Con frecuencia, “la ciencia” y “el naturalismo” son considerados lo mismo, dejando fuera por definición las opiniones creacionistas. Tal definición requiere de una reverencia irracional al naturalismo. La ciencia se define como “la observación, identificación, descripción, investigación experimental y explicación teórica de los fenómenos”. Nada requiere que la ciencia, en sí misma, sea naturalista. El naturalismo, como el creacionismo, requiere de una serie de supuestos que no son generados por experimentos. Éstas no son extrapoladas por información o derivadas de resultados de pruebas. Estos supuestos filosóficos son aceptados aún antes de que sea tomada cualquier información. Por estar ambos, tanto el naturalismo como el creacionismo fuertemente influenciados por supuestos que ni son probados ni comprobables, y entrar dentro del terreno de la discusión mucho antes de que lo hagan los hechos, es justo decir que el creacionismo es al menos tan científico como el naturalismo.
El creacionismo, al igual que el naturalismo, puede ser “científico”, ya que es compatible con el método científico del descubrimiento. Sin embargo, estos dos conceptos no son ciencia, por sí o en sí mismos, porque ambas opiniones incluyen aspectos que no son considerados “científicos” en el sentido normal. Ni el creacionismo ni el naturalismo son falsos; es decir, no hay un experimento que pueda desaprobar concluyentemente a ninguno de ellos. Ninguno es predictivo; tampoco generan o aumentan la habilidad de predecir un resultado. Solamente sobre las bases de estos dos puntos, vemos que no hay una razón lógica para considerar a uno más científicamente válido que el otro.
Una de las mayores razones que dan los naturalistas para rechazar el creacionismo, es el concepto de los milagros. Irónicamente, los naturalistas suelen decir que los milagros, tales como la creación especial, son imposibles porque ellos violan las leyes de la naturaleza, las cuales han sido clara e históricamente observadas. Tal opinión es irónica en muchos aspectos. Como un solo ejemplo, considera la abiogénesis, la teoría de la vida surgiendo de una materia inerte. La abiogénesis es uno de los conceptos más ampliamente refutados por la ciencia. Sin embargo, una verdadera propuesta naturalista presume que la vida en la tierra –la auto-replicada, auto-sostenible, y compleja vida orgánica– surgió por casualidad de materia no viva. Tal cosa nunca ha sido observada ni una sola vez en toda la historia humana. Los beneficiosos cambios evolutivos, necesarios para que una criatura progrese a una forma más compleja, tampoco han sido observados. Así que el creacionismo realmente tiene la ventaja de la evidencia de afirmaciones “milagrosas” en el sentido de que las Escrituras proveen relatos documentados de sucesos milagrosos. El etiquetar al creacionismo como no científico a causa de los milagros, exige una etiqueta similar para el naturalismo.
Hay muchos hechos que son usados por ambos lados del debate de la creación contra el naturalismo. Hechos son hechos, pero no hay tal cosa como el que un hecho requiera absolutamente una sola interpretación. La división entre creacionismo y el naturalismo secular se basa enteramente en sus diferentes interpretaciones. Con respecto al debate de la evolución vs. la creación específicamente, el mismo Charles Darwin hizo esta observación. En la introducción de El Origen de las Especies, él declara: “Estoy bien consciente de que en este volumen apenas se discute un solo punto, en el que los hechos no pueden ser aducidos, y que con aparente frecuencia conducen a conclusiones directamente opuestas a aquellas a las que he llegado”. Obviamente Darwin creía más en la evolución que en la creación, pero de buena gana admitía que la interpretación era clave para elegir una creencia. Un científico puede ver un hecho particular como un apoyo al naturalismo; otro científico puede ver el mismo hecho como un apoyo al creacionismo.
Además, el hecho de que el creacionismo sea la única alternativa posible a las ideas naturalistas tales como la evolución, lo hacen un tema válido, especialmente cuando esta dicotomía ha sido admitida por algunas de las más destacadas mentes científicas. Muchos científicos conocidos e influyentes afirman que las únicas posibles explicaciones para la vida, son la evolución natural o la creación especial. No todos los científicos concuerdan con lo que es verdad, pero casi todos están de acuerdo en que debe ser una u otra.
Hay muchas otras razones por las que el creacionismo es un enfoque racional y científico del aprendizaje. Entre estos están los conceptos de la probabilidad realista, la defectuosa evidencia que soporta la macro-evolución, la evidencia de la experiencia, etc. No existen bases lógicas para aceptar sin reservas las presuposiciones naturalistas y displicentemente rechazar las creacionistas. La firme creencia en la creación, no es una barrera para el descubrimiento científico. Simplemente revisa los logros de hombres como Newton, Pasteur, Mendel, Pascal, Kelvin, Linnaeus, y Maxwell. Todos ellos fueron clara y abiertamente creacionistas. El creacionismo no es una “ciencia,” como tampoco lo es el naturalismo. Sin embargo, el creacionismo es plenamente compatible con la ciencia misma.