Pregunta: ¿Cuál es la visión cristiana de 'Un Curso de Milagros'?
Respuesta:
"Un Curso de Milagros" es un currículo de autoestudio escrito por una mujer llamada Helen Schucman (1909—1981), una psicóloga de investigación criada por padres judíos pero no religiosos. Desde 1958 hasta 1976, fue profesora de psicología médica en la Universidad de Columbia en Nueva York. Se afirma que "Un Curso de Milagros" fue "transcrito" por Schucman entre 1965 y 1972 a través de un proceso de dictado interno. Ella experimentó el proceso como un dictado distinto y claro de una voz interior, que anteriormente se había identificado a sí misma como Jesús. Tras la muerte de Schucman, comenzó la Fundación para Un Curso de Milagros, que es la organización que posee los derechos de autor de Un Curso de Milagros.
Las enseñanzas del Curso —una mezcla de misticismo, gnosticismo, y balbuceo psico-New Age— contradicen las creencias cristianas. La enseñanza fundamental de Un Curso de Milagros es el "principio de expiación", que sostiene que la separación de Dios a través del pecado no sucedió. El curso enseña además que el pecado es la ausencia de amor y nada más. Niega que el pecado sea un acto contra Dios. El propósito principal de Un Curso de Milagros es "restaurar a la conciencia de uno el poder de su mente para elegir".
No hay duda de que la "voz" que Schucman estaba escuchando, no era la voz de Jesucristo. Demasiado del Curso contradice lo que Dios ya ha revelado en la Escritura, y sabemos que Dios no se contradice a sí mismo. Jesucristo es Dios encarnado, "el mismo de ayer, y hoy, y por los siglos" (Hebreos 13:8), y nunca contradiría la Verdad revelada en las páginas de la Escritura. La Biblia nos dice que el pecado ocurrió y que es la fuente de nuestra separación de Dios. El pecado se describe en la Biblia, no como la ausencia de amor como indica el Curso, sino como transgresión de la ley de Dios (1 Juan 3:4) y rebelión contra Dios (Deuteronomio 9:7; Josué 1:18). No hace falta decir que una religión falsa impulsada por demonios está ansiosa por convencer a la gente de que el pecado no existe, de que no están separados de Dios, y de que no necesitan un Salvador para mantenerlos alejados del infierno. Pero la Biblia revela la verdad sobre estos temas: "Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él..." (Colosenses 1:21–22).
Además, la idea de restaurar al hombre pecador y no redimido el "poder de elegir" está en contra de todo lo que enseña la Biblia. El único poder en la vida de un cristiano es el poder del evangelio de Jesucristo, del cual no nos avergonzamos (Romanos 1:16). La mente y el corazón del hombre no regenerado no tiene poder para elegir nada más que la muerte. "Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz" (Romanos 8:6). Jeremías nos dice que "engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?"
El peligro de Un Curso en Milagros es que utiliza vocabulario cristiano e intenta sonar cristiano. Muchas iglesias han sido engañadas por la apariencia del curso y han utilizado el material en las clases de la Escuela Dominical y otras actividades patrocinadas por la iglesia. Esto daña a la Iglesia a través de la propagación de falsas enseñanzas y expone a los feligreses a las mentiras del enemigo que "anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar" (1 Pedro 5:8, NBLA). Los cristianos deben ser astutos como serpientes y mantenerse alejados de Un Curso en Milagros.
