Pregunta: ¿Qué significa "por fe y para fe" en Romanos 1:17?
Respuesta:
"Por fe y para fe" es una expresión que se encuentra en algunas versiones de Romanos 1:17, como la Reina Valera y la Nueva Biblia de las Américas. El significado de la frase se hace más evidente en la Nueva Versión Internacional: "por fe de principio a fin". Y quizá la interpretación más clara del versículo para el lector de hoy se encuentra en la Nueva Traducción Viviente: "del principio al fin por medio de la fe".
Para comprender plenamente lo que significa "por fe y para fe", debemos considerar la frase en su contexto. En el primer capítulo de la carta de Pablo a los Romanos, el apóstol se presenta a la iglesia de Roma. Aunque muchos de los creyentes habían oído hablar de Pablo, aún no lo conocían personalmente. Como preparación para una futura visita, Pablo quiere que los miembros de la iglesia le conozcan lo suficiente como para discernir la realidad de la ficción en lo que respecta a su identidad.
En Romanos 1:16-17, Pablo alcanza el punto culminante de su saludo introductorio a la iglesia de Roma: "Pues no me avergüenzo de la Buena Noticia acerca de Cristo, porque es poder de Dios en acción para salvar a todos los que creen, a los judíos primero y también a los gentiles. Esa Buena Noticia nos revela cómo Dios nos hace justos ante sus ojos, lo cual se logra del principio al fin por medio de la fe. Como dicen las Escrituras: "Es por medio de la fe que el justo tiene vida"" (NTV).
Nada le importaba más a Pablo que cumplir la voluntad de Dios para su vida, que era predicar las buenas nuevas de la salvación. Sin las buenas nuevas del evangelio, y sin el poder que es el evangelio, no puede haber salvación, ni libertad del pecado, ni redención, ni vida. El poder del Evangelio es el tema de la carta de Pablo a los Romanos y el objetivo de su vida.
Pablo escribe con pleno conocimiento de que la iglesia de Roma se enfrenta a la persecución y el sufrimiento bajo la opresión romana. Muchos de los creyentes allí están experimentando humillación y vergüenza a causa de su fe en Cristo. Pablo quiere que tengan la seguridad de que el poder mundano de Roma no puede compararse con el poder de Dios: el Evangelio de Jesucristo. Ese evangelio es el poder ilimitado de Dios dirigido a la salvación de hombres y mujeres. Para cada persona que cree, ya sea judío o gentil, hombre o mujer, blanco o negro, el evangelio se convierte efectivamente en el poder salvador de Dios.
Pablo dice a los cristianos romanos que "en el evangelio la justicia de Dios se revela" (Romanos 1:17). La justicia es, pues, una obra completa y total de Dios. Los humanos solemos considerar la justicia como algo que podemos conseguir por nuestros propios méritos o acciones. Sin embargo, la justicia de Dios es diferente. Es una posición correcta ante Dios que no tiene nada que ver con el logro o valor humano. Se recibe por la fe. No hay nada que podamos hacer para merecerla o ganarla.
Se ha debatido el significado exacto de la frase de Pablo "por fe y para fe", y se han propuesto varias explicaciones posibles. Algunos la entienden en relación con el origen de la fe: "De la fe de Dios, que hace la oferta de salvación, a la fe de los hombres, que la reciben". En términos más sencillos: "La salvación viene de la fe (o fidelidad) de Dios a nuestra fe". Esta fue la interpretación de Karl Barth de la frase por fe y para fe, que la salvación se logra a través de la fidelidad de Dios, que viene primero, y nuestra fe como respuesta a eso.
Otros creen que Pablo tenía en mente la propagación de la fe a través de la evangelización: "De la fe de un creyente a otro". Una tercera interpretación, ampliamente aceptada, es que por fe y para fe habla de un desarrollo progresivo y creciente de la fe "de un grado de fe a otro", semejante al aumento "de gloria en gloria" de 2 Corintios 3:18.
Otra opinión es que Pablo quiso decir que desde el primer día de nuestro caminar por la fe hasta el último día, nosotros (los justos) debemos vivir por fe. Independientemente de que seamos nuevos seguidores de Cristo o creyentes experimentados y maduros que han caminado con el Señor durante muchos años, debemos confiar en Dios "de principio a fin" y depender de Su poderoso poder -el poder del Evangelio- para cambiar nuestras vidas y las vidas de aquellos con quienes nos encontremos.
