Respuesta:
Menos mal que la Biblia tiene una clara definición de la fe en Hebreos 11:1: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". En pocas palabras, la definición bíblica de la fe es "confiar en algo que no puedes comprobar".
Esta definición de la fe tiene dos aspectos: el respaldo intelectual y la confianza. El respaldo intelectual consiste en creer que algo es cierto. La confianza se basa en que ese algo es cierto. Con frecuencia se utiliza una silla para aclarar este concepto. El respaldo intelectual es reconocer que una silla es una silla y aceptar que ha sido diseñada para sostener a la persona que se sienta en ella. La confianza es sentarse en la silla.
Es fundamental conocer estos dos aspectos de la fe. Muchas personas creen ciertos hechos sobre Jesucristo. Muchas personas están intelectualmente de acuerdo con lo que la Biblia dice sobre Jesús. Pero saber que esos hechos son verdaderos no es lo que la Biblia define como "fe". La definición bíblica de fe requiere el respaldo intelectual de los hechos y la confianza en los mismos.
Creer que Jesús es Dios encarnado, que murió en la cruz para pagar por nuestros pecados y que resucitó no es suficiente. Hasta los demonios "creen" en Dios y reconocen esos hechos (cf. Santiago 2:19). Necesitamos confiar personal y totalmente en la muerte de Cristo como sacrificio expiatorio por nuestros pecados. Debemos "sentarnos en la silla" de la salvación que Jesucristo nos ha provisto. Esta es la fe salvadora. La fe que Dios nos pide para la salvación es creer en lo que dice la Biblia acerca de quién es Jesús y lo que logró, así como confiar plenamente en Jesús para esa salvación (Hechos 16:31). La fe de la Biblia siempre va acompañada del arrepentimiento (Mateo 21:32; Marcos 1:15).
La definición bíblica de la fe no sólo se aplica a la salvación. También se aplica a la vida cristiana en general. Debemos creer en lo que dice la Biblia y obedecerla. Tenemos que creer en las promesas de Dios, y vivir según ellas. Hay que estar de acuerdo con la verdad de la Palabra de Dios, y dejarnos transformar por ella (Romanos 12:2).
¿Por qué es tan importante esta definición de la fe? ¿Por qué tiene que ir acompañada la confianza con los hechos? Porque "sin fe es imposible agradar a Dios" (Hebreos 11:6). Sin fe, no podemos ser salvos (Juan 3:16). Sin la fe, el cristiano no puede convertirse en lo que Dios quiere que sea (Juan 10:10).
