Pregunta: ¿Qué significa "alumbre vuestra luz delante de los hombres" (Mateo 5:16)?
Respuesta:
En Mateo 5:16, Jesús dice: "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos". Por supuesto, no es técnicamente nuestra luz la que debe alumbrar ante los demás. Es la luz de Cristo, que se ha entregado a los creyentes para que sean portadores de luz (cf. Juan 1:8). En otras palabras, la luz no la producimos nosotros. La produce Dios. Y a través de nuestras buenas obras, la gente puede glorificar a Aquel que da esa luz.
Una de las maneras de permitir que nuestra luz brille ante los demás es mostrar compasión por los otros. Jesús expresó una profunda compasión por todas las personas, independientemente de su origen étnico, condición social, sexo o creencias personales (Mateo 9:36; 15:32; Marcos 6:34). Como cristianos, debemos seguir Su ejemplo mostrando compasión y bondad hacia todos.
Otra forma de hacer que nuestra luz brille ante los demás es practicar la humildad (Filipenses 2:1-11). Los cristianos estamos llamados a ser humildes en todo, sabiendo que sólo por la gracia de Dios "vivimos, y nos movemos, y somos" (Hechos 17:28). La humildad también significa estar dispuestos a confesar nuestros pecados ante Dios y ante los demás (Lucas 15:21; Santiago 5:16). De este modo, demostramos nuestra receptividad a la corrección y al consejo (Proverbios 15:32).
La generosidad es otro medio de hacer brillar nuestra luz ante los demás. Los cristianos están llamados a ser generosos con su dinero, su tiempo, sus recursos y su amor (Romanos 12:13; Hebreos 13:16). Al fin y al cabo, todo lo que tenemos pertenece a Dios (Deuteronomio 10:14). Por lo tanto, debemos compartir las bendiciones que Dios nos ha dado con los necesitados y dar sin esperar nada a cambio (Lucas 6:30).
El perdón también es un medio para hacer brillar nuestra luz ante los demás. Jesús enseñó que debemos perdonar a los demás de la misma manera que nosotros hemos sido perdonados (Mateo 18:15-20; cf. Efesios 4:32). Así, debemos buscar la reconciliación con quienes nos han ofendido -y con quienes nosotros hemos ofendido- para promover la paz y la unidad (cf. Efesios 2:14).
Hay muchas maneras de hacer brillar nuestra luz ante los demás. Podemos ser voluntarios en un comedor social o en un albergue para personas sin hogar, donar dinero a una organización benéfica o ser amables y compasivos con alguien necesitado. También podemos escuchar atentamente a un amigo que está pasando por un mal momento y darle palabras de aliento, o simplemente sonreír y decir "Hola" a un desconocido en la calle (cf. Hebreos 13:2).
Quizá la mejor manera de dejar que nuestra luz brille ante los demás sea compartir el Evangelio, las "buenas nuevas", con los demás. La buena noticia es que Dios redime a los pecadores mediante la muerte y resurrección de su Hijo, Jesucristo (Juan 3:16; Romanos 5:8). Si creemos en la persona y la obra de Cristo (quién es y qué hizo), entonces somos salvos de la condenación eterna. No debemos guardarnos este mensaje para nosotros; las buenas nuevas son para compartirlas, y debemos hacerlas visibles para que todos las vean (Mateo 28:19).
El propósito final de dejar que nuestra luz brille ante los demás no es llamar la atención sobre nosotros mismos o promover nuestros propios intereses; más bien, se trata de vivir de tal manera que los demás glorifiquen a nuestro Padre que está en los cielos. Por supuesto, no es una tarea fácil. Puede ser difícil mantener un espíritu de compasión, humildad, generosidad y perdón en un mundo que muchas veces se caracteriza por el odio, la ira y la división. Puede que incluso nos encontremos con resistencia y oposición (Mateo 10:16; Juan 15:18). Sin embargo, no estamos solos. Tenemos al Espíritu Santo en nosotros, y Él nos capacita y nos guía para reflejar la gloria de Dios.
