Pregunta: "¿Cómo puedo permanecer motivado cuando parezca imposible encontrar un buen trabajo?"
Respuesta:
Lo que es importante reconocer en medio de situaciones que parecen imposibles - como encontrar un buen trabajo - es que, cuando entregamos el problema al control de Dios, automáticamente entra al ámbito de lo posible, porque con Dios todo es posible (Mateo 19:26).
La Palabra de Dios trasciende nuestras circunstancias. No importa lo que estemos enfrentando en nuestras vidas, aún podemos confiar en lo que Dios dice sobre Él mismo. Algo que sabemos de Dios es que escucha nuestras oraciones y sabe lo que necesitamos incluso antes de que se lo pidamos (Mateo 6:7-8). También se nos ordena que no nos preocupemos por el futuro por la misma razón: Dios conoce nuestras necesidades y es nuestro proveedor (Mateo 6:25-34). No preocuparnos no significa dejar de actuar, sino simplemente reconocer que, en última instancia, Dios tiene el control y que tiene en mente lo mejor para nosotros (Romanos 8:28). Aun cuando no veamos que algo suceda, podemos estar seguros que Dios está obrando activamente a nuestro favor. No se queda de brazos cruzados (ver Rut 3:18).
El saber que Dios dijo que proveería para nosotros es una cosa, incluso cuando no podemos encontrar un buen trabajo. Otra muy distinta es poder experimentar la paz y el aliento que implica esa verdad.
El desánimo por lo general es un tema del corazón. Una buena pregunta es: ¿en qué estoy centrando mi atención y mis pensamientos: en el problema o en Dios? Aunque lo que más nos preocupa es encontrar un buen trabajo, a Dios le importa más la condición de nuestro corazón (ver 1 Samuel 16:7). Filipenses 4:4-7 dice: "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús". Cuando elegimos conscientemente alabar y agradecer a Dios en medio de nuestra búsqueda de empleo, abrimos nuestros corazones y mentes para recibir su paz.
También es importante darse cuenta de que, aunque Dios tiene planes asombrosos para cada uno de nosotros (Jeremías 29:11), también tenemos un enemigo en Satanás que nada le gustaría más que desanimarnos para que no confiemos en que Dios va a cumplir esos planes para nuestras vidas. La Biblia describe a Satanás como alguien que "como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar" (1 Pedro 5:8). La manera más fácil para que un león derribe una presa es aislándola en primer lugar de su manada. Es mucho más fácil para Satanás desanimarnos cuando estamos desconectados del Cuerpo de Cristo. Contar con personas consagradas a Dios en nuestras vidas que sepan por lo que estamos pasando y puedan orar con nosotros y por nosotros cuando las cosas son difíciles es un gran estímulo (ver Hebreos 10:24-25; Santiago 5:16).