Pregunta: ¿Qué significa tener una mentalidad espiritual (Romanos 8:6)?
Respuesta:
Romanos 8:6 declara: "Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz". Este versículo enfatiza el ser de mente espiritual sobre el ser gobernado por la carne, declarando el beneficio de lo primero como lo que conduce a la vida y la paz. Ser de mente espiritual implica centrarse en los asuntos del Espíritu y alimentar los deseos espirituales en contraposición a los mundanos. Mientras que el hombre natural vive solo para satisfacer sus deseos, el cristiano espiritual vive para agradar al Espíritu. Exploremos lo que significa tener una mentalidad espiritual en términos prácticos:
1. Vivir para el Evangelio. La gente utiliza la palabra espiritual de forma abstracta, pero para los cristianos la vida espiritual gira en torno al Evangelio. El Espíritu Santo mora en nosotros, creando una nueva vida cuando depositamos nuestra confianza en Cristo y en Su obra sacrificial por nuestros pecados (2 Corintios 5:17). Además de creer en el Evangelio, los cristianos con mentalidad espiritual dan testimonio de él de palabra y obra. Comparten el mensaje y se aseguran de que su conducta esté de acuerdo con lo que creen (Filipenses 1:27). El Evangelio no es una enseñanza básica que tengamos que dejar atrás. Al contrario, crecemos con el Evangelio.
2. Mostrar el fruto del Espíritu. El fruto del Espíritu es una metáfora de los rasgos de carácter que el Espíritu Santo cultiva en quienes se someten a Su influencia y deseos. Entre ellos están "amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza" (Gálatas 5:22-23). Los cristianos de mentalidad espiritual se esfuerzan por exhibir este fruto en sus vidas, alineándose con los deseos del Espíritu.
3. Alimentarse de la Palabra. Los cristianos de mentalidad espiritual reconocen la renovación que proviene de la lectura, el estudio y la meditación de las Escrituras (Romanos 12:2). La Biblia es la revelación especial de Dios a la humanidad, que demuestra quién es Dios y lo que espera de Sus hijos. Por lo tanto, alimentarse de la Palabra debe ser un deleite más que una tarea. Los buenos maestros también son útiles, y podemos beneficiarnos de los recursos espirituales apropiados.
4. Orar. Además de sumergirse en las Escrituras, los cristianos de mentalidad espiritual también están en comunión con Dios en oración. Oran para tener comunión con el Padre, reconocen su dependencia de Él y presentan sus peticiones sometiéndose a Su voluntad. También buscan la gracia para vivir por el Espíritu, reconociendo que es Dios quien les capacita para cumplir Su buen propósito (Filipenses 2:13).
5. Comunión con otros creyentes. Reconociendo el valor positivo de la presión de grupo, los cristianos de mentalidad espiritual dan prioridad a la reunión de los santos. En la iglesia local, los creyentes que luchan encuentran recursos, y las personas que han recaído pueden reavivar su celo. Los cristianos no están llamados a ser lobos solitarios, sino a permanecer en la "manada" con otros creyentes comprometidos. La analogía de Proverbios 27:17 de que el hierro afila al hierro pone de relieve la belleza de la comunión. En la iglesia hay crecimiento, perdón, amor, gracia y motivación para la piedad.
6. Una nueva visión del sufrimiento. El sufrimiento es inevitable en un mundo roto, pero el cristiano con mentalidad espiritual encuentra un propósito a través de las pruebas y dolores de la vida. Como afirmó Pablo: "Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado" (Romanos 5:3-5). El sufrimiento puede provenir de una pérdida, una enfermedad, la lucha contra deseos pecaminosos o incluso la persecución. En cualquier caso, es un proceso de purificación y, en última instancia, tiene sentido. También se nos promete consuelo en los momentos difíciles (2 Corintios 1:3-4).
7. Intimidad con Dios. Al igual que un buen cónyuge en un matrimonio saludable, los cristianos con mentalidad espiritual fomentan la intimidad con Dios. Esto incluye adoración, oraciones, estudio de la Palabra, comunión con otros cristianos, caminar en el Espíritu y vivir una vida piadosa. Aquellos que viven por el Espíritu entienden que tienen una relación con el Padre que redefine todo. Ellos lo aman obedeciendo Sus mandamientos y defendiendo Sus valores. La intimidad con Dios queda demostrada por la presencia del Espíritu y nuestra unión con Cristo, que moldea nuestra identidad, actitudes y opiniones.
En general, los cristianos con mentalidad espiritual se centran en el Evangelio, son fructíferos, tienen conocimientos bíblicos, oran, son activos en una iglesia local y tienen una visión renovada de la vida.
