Respuesta:
La Biblia no menciona explícitamente que Pedro fuera a Roma en el libro de Hechos o en las Epístolas. La referencia bíblica más cercana se encuentra en los saludos finales de 1 Pedro, "La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos mi hijo, os saludan" (1 Pedro 5:13).
Algunos estudiosos han sugerido que "Babilonia" era un nombre en código para Roma, y Pedro lo usó para evitar la persecución o para enfatizar las similitudes entre los dos imperios. El libro de Apocalipsis también menciona a Babilonia, y una interpretación común la compara con Roma (Apocalipsis 14:8; 16:19; 17:5; 18:2).
La tradición cristiana es la principal fuente del supuesto viaje de Pedro a Roma, y tiene su origen en los primeros padres de la Iglesia. Un ejemplo es Ireneo de Lyon, quien escribió en su obra Contra las Herejías, "Mateo, (que predicó) a los Hebreos en su propia lengua, también puso por escrito el Evangelio, cuando Pedro y Pablo evangelizaban y fundaban la Iglesia". Más adelante, en el mismo libro, Ireneo dijo "Pero como sería demasiado largo enumerar las sucesiones de todas las Iglesias en este volumen,
indicaremos sobre todo las de las más antiguas y de todos conocidas, la de la Iglesia fundada y constituida en Roma por los dos gloriosísimos Apóstoles Pedro y Pablo". Notemos aquí que estos pasajes provienen de una traducción poco fiable del siglo IV y contienen al menos un error: Pablo no pudo haber fundado la iglesia en Roma porque esa iglesia ya existía muchos años antes de que Pablo visitara Roma (Romanos 15:23).
Otros sugieren que Ignacio de Antioquía dio una pista de que Pedro predicó en Roma. En su Carta a los Romanos, Ignacio escribió, "No os doy órdenes como Pedro y Pablo. Aquéllos eran apóstoles; yo soy un condenado; aquéllos, libres; yo, hasta ahora, un esclavo" (4:3). Pero notemos que aquí no se afirma que Pedro estuviera físicamente en Roma; Ignacio solo dice que Pedro daba órdenes, no dice que las diera desde Roma.
Según la tradición de la iglesia, Pedro fue martirizado en Roma bajo el gobierno del emperador Nerón, uno de los perseguidores más conocidos de los cristianos. Padres de la iglesia como Tertuliano, Orígenes, Clemente y Dionisio hacen referencia a la crucifixión de Pedro. Además, el historiador Eusebio escribe sobre ello en su obra Historia Eclesiástica (c. d.C. 324). La creencia popular de que Pedro fue crucificado boca abajo proviene del libro apócrifo Hechos de Pedro, pero tiene menos peso.
Considerando el apoyo de los primeros padres de la iglesia, se puede concluir razonablemente que Pedro fue martirizado en Roma. La idea de que Pedro vivió y trabajó en Roma o fue crucificado boca abajo tiene un limitado peso histórico.