Respuesta:
Es importante que no confundamos el Evangelio de Bernabé (ca. 1500 d.C.) con la Epístola de Bernabé (ca. 70-90 d.C.). La Epístola de Bernabé se escribió a finales del siglo I, pero probablemente no por el Bernabé que se menciona en el Nuevo Testamento. Aunque es más bien un pseudo-evangelio con algún valor histórico, la Epístola de Bernabé nunca se consideró canónica por la iglesia primitiva o por algún concilio eclesiástico.
El Evangelio de Bernabé, sin embargo, no tiene ningún apoyo apostólico y se escribió 1.400 años después de la época de Bernabé. ¡Esto se evidencia por el hecho de que nunca se mencionó por ningún padre de la iglesia o historiador de la iglesia antes del siglo XVI!
Por el contrario, todos los libros del Nuevo Testamento fueron escritos pronto (antes del año 100 d.C.) y por testigos oculares, o por aquellos que entrevistaron a los testigos oculares del Señor Jesús (1 Juan 1:1-5; Lucas 1:1-4). Los cuatro Evangelios que se encuentran en el Nuevo Testamento jamás han sido cuestionados en cuanto a su autenticidad.
Incluso si el Evangelio de Bernabé hubiera sido escrito durante la época de los Apóstoles, nunca habría alcanzado el estatus canónico debido a los errores históricos y doctrinales que contiene. Por ejemplo, el Evangelio de Bernabé afirma que Jesús no afirmó ser el Mesías (véase Mateo 26:63-64). El Evangelio de Bernabé también dice que Jesús nació cuando Pilato era gobernador (pero la historia registra que Pilato llegó a ser gobernador en el año 26 ó 27 d.C.).
Además, el Evangelio de Bernabé tiene una extraña compañía, ya que es uno de los favoritos entre los musulmanes porque enseña que Jesús está de acuerdo con el Corán. El Evangelio de Bernabé afirma que Jesús no murió en la cruz, así como lo hace el Corán en el sura 4:157. Los historiadores están de acuerdo en que el Evangelio de Bernabé fue escrito en los siglos XV y XVI d.C., probablemente por musulmanes que buscaban desacreditar el mensaje bíblico sobre Jesús.