Pregunta: ¿Qué es el apresto del evangelio de la paz (Efesios 6:15)?
Respuesta:
Efesios 6:11-17 instruye a los creyentes en Cristo diciendo: "Vestíos de toda la armadura de Dios", como defensa contra los ataques de Satanás. Esta armadura incluye el cinturón de la verdad, la coraza de justicia, el escudo de la fe, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu. El versículo 15 dice: "y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz". La Nueva Traducción Viviente lo expresa de esta manera: "Pónganse como calzado la paz que proviene de la Buena Noticia a fin de estar completamente preparados". El evangelio de la paz es el mensaje que Jesús dio a quienes confían en Él (Juan 14:27; Romanos 10:15). Viene con la seguridad de Dios de que somos Sus hijos y nada puede arrebatarnos de Sus manos (Juan 10:29; 1 Juan 5:13). En él se describe claramente lo que se requiere para llegar a ser hijo de Dios (1 Corintios 15:1-6; Juan 1:12; Romanos 10:8-10). Cualquier otro mensaje es un evangelio falso.
La palabra "apresto" implica vigilancia constante. Un soldado victorioso tenía que estar preparado para la batalla. Tenía que haber estudiado la estrategia de su enemigo, tener confianza en su propia estrategia, y tener los pies firmemente plantados para poder mantenerse firme cuando llegaran los ataques. Los zapatos de combate de un soldado tenían clavos o púas, como si fueran tacos, para ayudarle a mantener el equilibrio en el combate. Sabía que, si perdía el equilibrio y caía, no importaba lo grande que fuera el resto de su armadura; el enemigo lo tenía. Cuando estamos preparados con el evangelio de la paz, vivimos con el entendimiento de que estamos continuamente bajo el ataque de Satanás. Segunda Timoteo 4:2 dice que "que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo".
Los "zapatos de la paz" que Dios suministra a sus soldados tienen dos propósitos: defensivo y ofensivo. Para defendernos contra los "dardos de fuego del maligno" (Efesios 6:16), debemos tener confianza de nuestra posición en Cristo. Debemos mantenernos firmes en la verdad de la Palabra de Dios, por aterradoras que sean las circunstancias (1 Juan 5:14). Debemos entender la gracia sin abusar de ella (Romanos 6:1-6), recordar que nuestra posición en Cristo no se basa en nuestras propias habilidades o méritos (Tito 3:5), y mantener bien ceñido el cinturón de la verdad y la coraza de la justicia (2 Timoteo 1:12).
Cuando Satanás ataca con un misil encendido de duda, como por ejemplo: "Si Dios realmente te amara, no habría permitido que esto sucediera", clavamos nuestros zapatos de paz en el césped de la Palabra de Dios y respondemos: "Está escrito: Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados" (Romanos 8:28). Cuando Satanás nos apuñala por la espalda con "¿Recuerdas lo que hiciste?", profundizamos más y respondemos: "Está escrito: Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9).
Además de mantenernos firmes, los zapatos también sirven para movernos. Dios espera que pasemos a la ofensiva y llevemos el Evangelio de la paz a los demás. Primera de Pedro 3:15 dice: "estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros". Compartir nuestra fe es una de las mejores maneras de mantener nuestra propia seguridad. Dios sabe que, cuando hablamos activamente de Él a los demás, no solo atacamos el territorio de Satanás, sino que clavamos nuestros zapatos más profundamente en la verdad y será mucho más difícil desalojarnos. Cuando hemos procurado "con diligencia presentarnos a Dios aprobados" (2 Timoteo 2:15), estamos listos para mantenernos firmes en el evangelio de la paz, sin importar lo que el enemigo traiga contra nosotros (2 Tesalonicenses 2:15).
