Pregunta: "¿Qué tan transparentes deben ser las finanzas de la iglesia?"
Respuesta:
Cada vez que hay finanzas de por medio, es una cuestión delicada, y esto es verdad con respecto a las finanzas de la iglesia. En parte esto es comprensible. Si alguien está dando con sacrificio a una iglesia, está bien que esa persona se interese en cómo se manejan las finanzas. En algunas iglesias, prácticamente todas las decisiones financieras dependen del voto de la congregación. En otras iglesias, sólo el pastor y/o algunos líderes saben cómo se manejan las finanzas de la iglesia. El equilibrio bíblico es un punto intermedio.
La Biblia no registra que la iglesia primitiva tuviera informes de gastos o reuniones relacionadas con el presupuesto. Parece ser que la iglesia confió a un líder (o líderes) las finanzas, y luego esos líderes las administraron. Romanos 15:25-28 y 1 Corintios 16:1-4 mencionan que las iglesias hicieron una colecta y luego dieron el dinero a Pablo y a un grupo de personas para que lo distribuyeran. ¿Cómo puede una iglesia de hoy en día seguir este ejemplo? Ante la falta de instrucciones bíblicas claras, parece que Dios quiere algo de libertad en este tema. ¿Puede una iglesia tener una asamblea, ya sea de ancianos, diáconos o administradores, que supervise las decisiones financieras? Sí. ¿Puede un grupo de la iglesia brindar apoyo y supervisar los asuntos financieros más importantes? Sí. ¿Puede una iglesia nombrar a una sola persona, por ejemplo, un tesorero o un pastor principal, para que se encargue de todas las finanzas? Aunque este método carece de transparencia, no tenemos una prohibición bíblica clara, así que la respuesta debe ser "sí".
Mucho más importante que saber quién es el responsable de las finanzas de la iglesia debe ser el cómo. ¿Cómo se manejan las finanzas de la iglesia? Si las finanzas de una iglesia se están manejando con honestidad, integridad, buena administración y transparencia, entonces, a la larga, no importa quién tiene la supervisión financiera. Un comité puede hacer un mal uso de las finanzas de la misma manera que lo puede hacer una persona. Una iglesia debe ser extremadamente cuidadosa en cuanto a la persona o personas a las que da el control de las finanzas. Los requisitos de "no codicioso de ganancias deshonestas" y "que gobierne bien su casa" (1 Timoteo 3:3-5) definitivamente se deben aplicar.
Sea cual sea la persona o personas, la rendición de cuentas es fundamental. La manera en que una iglesia maneja sus finanzas debe ser completamente transparente. Una iglesia siempre debe estar lista para demostrar que los fondos que Dios ha provisto están siendo administrados sabiamente. Los escándalos financieros han destruido o dañado innumerables iglesias. Y, en la mayoría de esos casos, no ha habido rendición de cuentas ni transparencia. Guardar los comprobantes de cada grapa y cada clip puede ser algo exagerado, pero una iglesia definitivamente debe llevar registros de cuánto se gasta en salarios, prestaciones, servicios públicos, mantenimiento, etc. Una congregación debe tener la máxima confianza en la capacidad de sus líderes para administrar sabiamente las finanzas de la iglesia. Que las palabras del Maestro nos motiven y guíen, "¡Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor!" (Mateo 25:21)
