Pregunta: ¿Debería un cristiano unirse a una fraternidad/sororidad?
Respuesta:
En este artículo sobre si un cristiano debería unirse a fraternidades/sororidades, estamos presentando posibles problemas. No decimos que todas las fraternidades/sororidades se ajusten a todos los puntos que mencionamos. Como con cualquier otra cosa, siempre examina detenidamente un grupo antes de comprometerte con él. Investiga lo que implica y requiere la vida en una fraternidad/sororidad.
La primera pregunta que hay que hacerse es por qué una persona querría unirse a una fraternidad/sororidad. Los motivos son importantes a los ojos de Dios (1 Samuel 16:7). Dependiendo de las razones que motivan, surgen diferentes problemas. Si uno quiere unirse a una fraternidad/sororidad porque tienen las mejores fiestas, la Biblia dice que tal vida debe pertenecer al pasado no salvo de uno, no a la vida presente de un creyente (1 Pedro 4:3).
Si uno quiere unirse a una fraternidad/sororidad porque la membresía es un símbolo de estatus, puede ser un problema de orgullo. La Biblia anima repetidamente a la humildad tanto en la vida como en la elección de los compañeros (Romanos 12:16; 1 Pedro 5:5-7), nos exhorta a vivir incluso como vivió Cristo. La Biblia menciona el orgullo como pecado y algo que Dios odia (Proverbios 6:16-19; 8:13; 11:2; 16:18; Daniel 4:37; 1 Pedro 5:5; 1 Juan 2:15-17).
Otro problema con unirse a una fraternidad o sororidad es la exclusividad que tal grupo representa. Algunos compromisos o juramentos obligan a los miembros a niveles de devoción poco razonables, restringiéndolos de ayudar a miembros de otros grupos de forma académica o de otras maneras. Resulta difícil entender cómo un cristiano puede obedecer el mandato del Señor de ayudar "los más pequeños" mientras promete lealtad a un grupo que se distancia de los demás o se considera superior a ellos.
Las relaciones más cercanas de un cristiano deben ser con otros cristianos y no basadas en lazos externos como pertenecer a la misma fraternidad/sororidad, haber asistido a la misma escuela, ser de la misma raza o clase social, etc. (Gálatas 3:28; 1 Corintios 12:12-13; 12:24-26; Gálatas 6:10; Juan 13:34-35). La mayoría de las universidades tienen ramas de organizaciones cristianas como InterVarsity, Campus Crusade, y Navigators, así como buenas iglesias locales que tienen ministerios universitarios para ayudar a los jóvenes a conocer a Cristo y crecer como Sus discípulos. Estos grupos y compañeros cristianos deben ser buscados como el grupo central de amigos mientras uno está en la universidad.
A quienes uno tiene como sus compañeros más cercanos es un tema importante en las Escrituras, ya sean hermanos de fraternidad, compañeros de cuarto en un dormitorio, o compañeros de clase. Aquí hay algunas de las advertencias de las Escrituras acerca de este asunto: "No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres" (1 Corintios 15:33). "El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado" (Proverbios 13:20). "Compañero soy yo de todos los que te temen y guardan tus mandamientos" (Salmos 119:63). Al final, la cuestión de si unirse o no a una fraternidad o sororidad, es un asunto de oración y de seguir la dirección de Dios en nuestros corazones.