Pregunta: "¿Enseña la Biblia el geocentrismo? ¿Enseña la Biblia que la Tierra es el centro del universo?"
Respuesta:
Esta es una pregunta importante porque la respuesta nos ayuda a moldear nuestro sistema de creencias y nuestra visión del mundo, los cuales tienen consecuencias eternas. La respuesta corta a esta pregunta es "no". En ninguna parte de la Biblia se nos dice que la tierra esté en el centro del universo. Sin embargo, durante muchos siglos, la gente creyó que Claudio Ptolomeo (o Ptolomeo) y otros tenían razón cuando defendían un universo centrado en la Tierra. Es natural confiar en "los expertos", como Ptolomeo; además, la tendencia general del ser humano es ver las cosas principalmente en relación con nosotros mismos y nuestras experiencias. Desde nuestro punto de vista, el sol parece girar alrededor de la tierra.
Los que defendían la teoría geocéntrica de Ptolomeo citaban a veces las Escrituras para demostrar su punto de vista, citando pasajes como Génesis 1:14-18, Salmo 104:5, Job 26:7 e Isaías 40:22. Sin embargo, ninguno de estos pasajes afirma que Dios diseñó el universo con la Tierra en su centro. La única manera de encontrar una "prueba" bíblica para la teoría geocéntrica era realizar extrapolaciones injustificadas de las descripciones bíblicas. Pero podemos entender por qué Copérnico y, más tarde, Galileo, que plantearon la teoría centrada en el sol (heliocéntrica), causaron tanta controversia en la iglesia. Muchos pensaron que el heliocentrismo contradecía la enseñanza bíblica del geocentrismo, a pesar de que la Palabra de Dios no dice que la tierra esté en el centro de nada. Lamentablemente, con el paso del tiempo y cuando la gente entendió que la tierra sí gira alrededor del sol, muchos simplemente perdieron la fe en la Palabra de Dios, porque les habían enseñado equivocadamente el geocentrismo como si fuera un hecho bíblico.
La Escritura, no la ciencia, es la máxima prueba de la verdad. Es irónico que la ciencia nunca haya refutado una sola palabra de la Biblia, sin embargo, muchas personas señalan a la "ciencia" como su razón para alejarse de Dios. Las teorías cambiantes de la ciencia van y vienen. Ptolomeo era un humano imperfecto, como todos nosotros. La Palabra de Dios, por el contrario, es infalible y permanece para siempre (Mateo 5:18). Cada vez que hay una diferencia aparentemente incompatible entre la Biblia y la ciencia, es en la Biblia donde debemos poner nuestra fe. Con el tiempo, la ciencia por lo general se pone al día con la verdad.
