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Pregunta: ¿Qué significa en Génesis 3:15 que "te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar"?

Respuesta:
En Génesis 3, Dios pronuncia varios juicios contra los que introdujeron el pecado en su mundo perfecto. Adán, Eva y la serpiente escuchan las consecuencias de su rebelión. A la serpiente Dios le dice, entre otras cosas: "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar" (Génesis 3:15).

Incluso en este juicio, hay misericordia. La maldición de Dios sobre la serpiente, en particular, iba acompañada de palabras de esperanza. La mujer que se menciona en Génesis 3:15 es Eva. La serpiente, a la que se dirige directamente, es el animal que Satanás utilizó para engañar a la mujer. Parte de la maldición iba dirigida al animal (versículo 14); a su vez, la maldición de Dios recae sobre Satanás, que había tomado la forma o el cuerpo de la serpiente en el Edén (cf. el dragón de Apocalipsis 12:9).

Como parte de la maldición, existirá enemistad -odio mutuo y mala voluntad- entre la mujer y la serpiente. Posteriormente, la misma enemistad continuará entre la simiente o descendencia de la mujer (la humanidad en general, ya que Eva es la "madre de todos los vivientes", Génesis 3:20) y la simiente de la serpiente. Sus descendientes seguirán siendo enemigos por todas las generaciones. La descendencia (metafórica) de la serpiente son las fuerzas demoníacas y también las personas que siguen al diablo y cumplen su voluntad. Jesús llamó a los fariseos "Generación de víboras" en Mateo 12:34 y dijo que pertenecían a su "padre, el diablo" en Juan 8:44. En pocas palabras, Dios dice que Satanás siempre será el enemigo de la humanidad. De ahí se deduce que las personas que se pongan de parte de Satanás estarán en continua guerra con los elegidos de Dios y que estamos inmersos en una batalla muy real entre el bien y el mal (Efesios 6:12).

Génesis 3:15 es un versículo sorprendente, conocido popularmente como protoevangelio (literalmente, "primer evangelio"), porque es la primera predicción bíblica de un Salvador. La segunda mitad del versículo contiene dos profecías mesiánicas sobre ese Salvador:

La primera profecía mesiánica de Génesis 3:15 es que "te herirá en la cabeza". Es decir, la simiente de la mujer aplastará la cabeza de la serpiente. La Biblia Amplificada (solo disponible en inglés) aclara que "la simiente de la mujer" es más que la humanidad en general; es un individuo que representa a toda la humanidad:

"Y pondré enemistad (hostilidad abierta)

Entre tú y la mujer

Y entre tu simiente (descendencia) y su Simiente;

Él te herirá [mortalmente] en la cabeza".

La segunda profecía mesiánica en Génesis 3:15 es que "le herirás en el calcañar". Es decir, la serpiente morderá el calcañar de "la simiente de la mujer". La mordedura del calcañar contrasta con la herida de la cabeza, como dice la Biblia Amplificada: "Y [sólo] le herirás en el calcañar".

Este pasaje apunta a la promesa del nacimiento de Jesús, Su redención y Su victoria sobre Satanás. La descendencia de la mujer es Jesús. Al nacer de una virgen, es literalmente descendiente de una mujer (Mateo 1:25; Gálatas 4:4; cf. Isaías 7:14). Como Hijo del Hombre, es el representante perfecto de la humanidad. La descendencia del diablo eran los hombres malvados y las fuerzas demoníacas que, como una serpiente, acechaban al Salvador y le atacaban. Su venenosa conspiración condenó a Jesús a ser crucificado.

No obstante, el golpe de la serpiente no significó el fin de la descendencia de la mujer. Jesús resucitó al tercer día, rompiendo el poder de la muerte y obteniendo la victoria definitiva. Con la cruz, Jesús "hirió" la cabeza del diablo, derrotándolo para siempre. Así, en Génesis 3:15, el hecho de herir la cabeza de la serpiente era una imagen del triunfo de Jesús sobre el pecado y Satanás en la cruz (cf. Juan 12:31). El golpe en el calcañar del Mesías era una imagen de la herida y muerte de Jesús en la cruz. Satanás hirió el "calcañar" de Jesús, pero Jesús demostró Su completo dominio sobre Satanás al herir su "cabeza".

Satanás, aunque todavía activo en este mundo, es un enemigo derrotado. Su condena es segura: "Y el diablo... fue lanzado en el lago de fuego y azufre" (Apocalipsis 20:10). Hasta ese momento, sigue habiendo enemistad entre Satanás y los hijos de Dios.

El protoevangelio nos muestra que Dios siempre tuvo en mente el plan de salvación y nos informó de Su plan tan pronto como el pecado entró en el mundo. Satanás elaboró un plan con la serpiente en el Edén, pero Dios se le adelantó mucho, pues ya había ordenado la destrucción de la serpiente. Jesucristo cumplió perfectamente la misión de Dios: "Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo" (1 Juan 3:8).

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