Pregunta: ¿Cuál es la historia y la importancia de la iglesia en Colosas?
Respuesta:
La iglesia de Colosas ocupa un lugar importante en el Nuevo Testamento por ser la destinataria de dos epístolas paulinas, aunque su historia e influencia después del siglo I no están claras. La iglesia se fundó probablemente en la ciudad de Colosas a mediados del siglo I d.C., mientras Pablo estaba en Éfeso (Hechos 19:10). Es discutible si el propio Pablo fue a Colosas antes de escribir a la iglesia de allí, aunque las pruebas parecen indicar que no lo hizo (Colosenses 1:7; 1:9; 2:1). Es de suponer que la iglesia se estableció gracias a la predicación de Epafras, uno de los amigos y compañeros de trabajo de Pablo (Colosenses 1:7; 4:12-13).
Pablo escribió su carta a los colosenses probablemente alrededor del año 60 d.C.. Se sentía animado por los informes sobre su fe y amor, y deseaba que continuaran dedicándose a Dios y a los demás. Les advirtió contra las falsas doctrinas y les reiteró verdades clave sobre Cristo y la iglesia. Como ciudad, Colosas se caracterizaba por la amplia aceptación de diversas creencias y la proliferación del sincretismo, lo que hizo muy pertinente la amonestación de Pablo contra las falsas enseñanzas y las prácticas religiosas peligrosas.
La carta de Filemón también está dirigida a una iglesia de Colosas y puede haber sido entregada al mismo tiempo que Colosenses. Pablo insta a su amigo Filemón, al parecer un miembro destacado de la comunidad cristiana de Colosas, a perdonar a su esclavo fugitivo Onésimo, y dice: "recíbele como a mí mismo" (Filemón 1:17). Las Constituciones Apostólicas pseudoepigráficas, escritas siglos después de la muerte de los apóstoles, afirman que Filemón se convirtió posteriormente en obispo de Colosas. Esta afirmación es imposible de verificar o refutar con los datos históricos actualmente disponibles.
La iglesia de Colosas continuó durante varios siglos de una forma u otra. Cuánto tiempo continuó, y qué importancia mantuvo, es un tema de debate. Teodoreto, un teólogo cristiano del siglo V, afirmaba que la casa de Filemón permaneció en Colosas y aún podía verse (Colossae in Space and Time: Linking to an Ancient City, Cadwallader, A., y Trainor, M., ed., Vandenhoeck & Ruprecht, 2011, p. 303 - solo disponible en inglés). Epifanio, el obispo de Colosas, estuvo presente en el Concilio de Calcedonia, mientras que Kosmas, un obispo posterior, aparentemente participó en el Concilio de Quinisext.
La ciudad de Colosas fue un importante centro económico durante gran parte de su historia, famosa por su producción textil. Estaba situada en la región de Frigia, que hoy es una parte de la actual Turquía. A lo largo de la historia, los eruditos han estado de acuerdo en que la ciudad había decaído mucho en tiempos de Pablo y que solo conservaba una sombra de su antigua gloria. Fue devastada por un terremoto hacia el año 60 d.C. y acabó desapareciendo, con la mayor parte de su población desplazándose lentamente a lugares cercanos más favorables. Este punto de vista ha sido cuestionado recientemente por varios estudiosos que afirman que Colosas conservó más importancia de la que se le ha reconocido tradicionalmente, incluso en la época bizantina. La falta de excavaciones arqueológicas en el emplazamiento de Colosas hace que el debate siga abierto. Algunas fuentes tratan la ciudad de Chonai como una continuación de Colosas, mientras que otras las consideran independientes.
Aunque persisten algunos interrogantes históricos, la realidad y la pujanza de la iglesia primitiva de Colosas son ciertas. La fe y el amor de los creyentes se basaban en "la esperanza que os está guardada en los cielos" y en "la palabra verdadera del evangelio", (Colosenses 1:5). Por la gracia de Dios, hoy tenemos esa misma esperanza y, como los fieles colosenses de hace milenios, debería motivarnos a amarle y a amar a los demás cada día más.