Pregunta: ¿Cuál es el significado de la inhumanidad del hombre hacia el hombre?
Respuesta:
Tras cada nueva atrocidad creada por el hombre —ataques terroristas, tiroteos, guerras— la gente se pregunta por la inhumanidad del hombre hacia el hombre. ¿Cómo podemos ser tan crueles e insensibles con nuestros semejantes?
La frase inhumanidad del hombre hacia el hombre se refiere a la crueldad humana, la barbarie, o la falta de piedad y compasión hacia otros humanos - esencialmente, la habilidad de la humanidad de ver y tratar a otras personas como menos que humanos. Se cree que la frase fue acuñada en el poema de Robert Burns de 1784 "El hombre fue hecho para llorar: un dirge." Al final de una de las estrofas lamenta, "La inhumanidad del hombre hacia el hombre / Hace que miles lloren!" También es posible que Burns usara una fuente anterior, parafraseando una cita de 1673 de Samuel von Pufendorf, quien escribió, "Más inhumanidad ha sido hecha por el hombre mismo que cualquier otra de las causas naturales."
En general, la inhumanidad del hombre hacia el hombre se utiliza como una expresión de pesar cuando ocurre alguna gran tragedia. El siglo XX, con dos guerras mundiales, el Holocausto, el surgimiento de numerosos gobiernos opresivos, y varias guerras más, fue un escaparate de la inhumanidad del hombre hacia el hombre. La humanidad infligió un sufrimiento inmenso, casi incomprensible, en sí misma con cada uno de esos eventos. En contextos modernos, la frase parece aplicarse a cualquier tipo de injusticia percibida.
La Biblia da cuenta de la inhumanidad del hombre hacia el hombre. De hecho, Pablo indica que incluso debería esperarse: “Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Romanos 3:12-18). Cada persona es impactada por el pecado. No todos cometemos atrocidades a gran escala, pero todos pecamos contra Dios y contra otras personas. La inhumanidad del hombre hacia el hombre está en todos nosotros.
Sin embargo, la Biblia también ofrece una solución a la inhumanidad del hombre hacia el hombre. Jesús murió en la cruz para pagar por los pecados del mundo, y "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9). Dios perdona nuestro pecado en Cristo y nos hace nuevas criaturas en Él. Entonces podemos ver a otros con el amor y la compasión de Dios, lo que conduce a la caridad y al alcance del evangelio, con el objetivo de ayudar a más personas a deshacerse de la influencia del pecado a través de Jesús.
El sufrimiento continúa en el mundo porque el mundo sigue cayend. El pecado sigue siendo rampante, llevando consigo la inhumanidad del hombre hacia el hombre. Pablo también escribió acerca de esto en Romanos, diciendo, "Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;” (Romanos 5:3-4). Dios usa todo, incluso las terribles consecuencias de la inhumanidad del hombre hacia el hombre, para sus propósitos, y todo trabaja junto para bien al final (Romanos 8:28). Es por eso que los creyentes pueden tener esperanza ante las tragedias.
