Pregunta: ¿Qué significa gloriarme en mis debilidades (2 Corintios 12:9)?
Respuesta:
Como parte de una apología de su propio apostolado, Pablo describe algunas de las extraordinarias formas en que Dios se había comunicado con él y lo había utilizado, y afirma que se gloriaría más bien en su debilidad (2 Corintios 12:9) que en su propia fuerza o grandeza. De este modo, Pablo afirma su condición de apóstol, pero expresa que no es por sí mismo por lo que engrandece su ministerio. Más bien, se gloría en la fortaleza de Dios.
Después de relatar algunos de los muchos acontecimientos notables de su ministerio (2 Corintios 11:1-29), Pablo dice que se gloriará en lo que tiene que ver con su debilidad (2 Corintios 11:30). Su humildad no es una falsa humildad, ya que podría haber tenido mucho de qué jactarse. Menciona algunas de sus "visiones y revelaciones del Señor" (2 Corintios 12:1), afirmando que la jactancia es necesaria pero no provechosa. Al tratar de defender su apostolado de quienes cuestionan su autenticidad, Pablo admite que necesita mencionar estas cosas. Sin embargo, no lo hace para gloriarse a sí mismo. Reconoce la necesidad de relatar estas cosas, al tiempo que subraya que se jacta de su debilidad (2 Corintios 12:9), no de su fortaleza.
Pablo relata en tercera persona cómo "un hombre" (2 Corintios 12:2) fue arrebatado al tercer cielo, al paraíso (2 Corintios 12:2, 4), y oyó cosas inefables. Un hombre así podía gloriarse, pues las experiencias eran ciertamente motivo de jactancia (2 Corintios 12:5). A pesar de la increíble experiencia que Pablo tuvo, explica que quiere que la gente tome su ministerio al pie de la letra; no quiere tener que defenderlo citando sus experiencias (2 Corintios 12:6). Con todo, como había tenido grandes revelaciones -experiencias de las que uno podría vanagloriarse-, recibió un aguijón en la carne, un mensajero de Satanás, "para que no se enaltezca" (2 Corintios 12:7). Aunque Pablo no da detalles sobre este aguijón, dice que era tan fuerte que suplicó a Dios que se lo quitara (2 Corintios 12:8). Dios le respondió: "Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad" (2 Corintios 12:9). Ya que el poder de Dios se demostró a través de la debilidad de Pablo, él se alegra de gloriarse de su debilidad para mostrar el poder de Cristo que mora en él (2 Corintios 12:9). Él puede estar contento, reconociendo que "cuando es débil, entonces es fuerte" (2 Corintios 12:10). La fortaleza de Pablo no se encuentra en sí mismo, sino en Dios, quien se muestra fuerte incluso en medio de la debilidad humana.
Pablo entiende el principio de que nuestra fortaleza no está en nosotros mismos, sino en Cristo. Cuando somos débiles, somos fuertes gracias a Él, que actúa en nosotros. Pablo tenía que defender su apostolado, pero no quería resaltar su propia fortaleza al hacerlo. Por el contrario, puso el enfoque en la grandeza de Dios. Si la gente se enfocara en la grandeza de Pablo, entonces todo el ministerio de Pablo estaría mal orientado. Él era un apóstol-un "enviado"-para testificar de Jesucristo. Como dijo una vez Juan el Bautista: "Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe" (Juan 3:30). Pablo seguía una estrategia similar al reconocer la gloria de Dios como principal objetivo.
Pablo nos da un excelente ejemplo a seguir al demostrar que, como Pablo, podemos gloriarnos en nuestra debilidad. Cuando parecemos fuertes, la gente se fija en nuestra fortaleza, pero cuando somos débiles, la fortaleza de Dios es manifiesta. Pablo se gloría en su debilidad, y nosotros podemos gloriamos en la nuestra porque, en nuestras limitaciones, Dios se muestra ilimitado.
