Pregunta: "¿Puede una mujer cristiana llevar lencería sexualmente provocativa para su marido?"
Respuesta:
La lencería es una categoría de ropa femenina que incluye la ropa interior y la ropa de noche. Ahora bien, no se suele pensar que la lencería incluya batas de dormir de franela y prendas térmicas para el cuerpo. La palabra lencería connota la ropa íntima con adornos, encajes y elementos provocativos que se usan para el placer sexual de la pareja. Ya que muchas piezas de lencería están diseñadas para provocar una respuesta sexual, ¿debe una esposa cristiana usar ese tipo de lencería para su marido?
Cuando consideramos las decisiones íntimas entre marido y mujer, debemos tener siempre presente la instrucción bíblica de 1 Corintios 7:3-5, que recuerda a los cónyuges que sus cuerpos se pertenecen mutuamente. El hecho de que una esposa lleve lencería sexy para su marido está ciertamente dentro del ámbito de la libertad cristiana, y no hay nada malo en que una esposa lleve voluntariamente dicha lencería para su disfrute.
Sin embargo, el hecho de que una mujer use lencería sexy para su marido puede llevarse demasiado lejos. Un marido lujurioso y egoísta puede insistir a su mujer para que desempeñe roles degradantes para su propia satisfacción y en formas que no son mutuamente placenteras. Hacer que una esposa se vista como una prostituta, insistir en que use ropa interior para degradarla, o presionarla para que finja roles que la hagan sentir incómoda, no es parte de la instrucción de Pablo para la sumisión de ambos. Los maridos y las esposas no deben avergonzarse de experimentar y disfrutar de la expresión sexual del otro de la manera que quieran; sin embargo, algunas esposas cristianas se sienten presionadas por sus maridos para comportarse en el dormitorio de maneras que les resultan repugnantes. Un esposo sabio y amoroso nunca usará la sumisión de su esposa como excusa para violar su conciencia. Si una esposa se pone ropa interior sexualmente provocativa, debe ser porque tanto el marido como la esposa están de acuerdo con ello (Efesios 5:21).
A veces una esposa cristiana justificará el uso de ropa provocativa o de temática sexual en público diciendo: "A mi marido le gusta". Sin embargo, lo que está bien a puertas cerradas no está igualmente bien fuera de casa. Si su esposo no es el único hombre que la verá vestida de esa manera, entonces la modestia debe prevalecer (1 Timoteo 2:9). Una mujer que desea honrar al Señor con su cuerpo se vestirá y se comportará de forma que honre a su marido y al Señor (Proverbios 31:11-12).
Dios inventó el sexo y lo designó como una acción de amor entre un hombre y una mujer casados (Génesis 2:22-25). No obstante, la humanidad rebelde lo ha despojado de su carácter sagrado y lo ha pervertido con una infinidad de pecados sexuales, algunos de los cuales son evidentes en ciertos estilos de lencería. Una pareja cristiana que desea mantener la santidad de su unión matrimonial guardará su corazón para no degradar lo que Dios llama bueno. Si la lencería o ciertas acciones sexuales desafían la pureza del corazón de un esposo o esposa, dichas elecciones deben ser cambiadas como una forma de someterse amorosamente el uno al otro.