Pregunta: ¿Qué significa que debemos pensar en todo lo que es justo (Filipenses 4:8)?
Respuesta:
En Filipenses 4:8, el apóstol Pablo enseña a los creyentes de Filipos a superar la ansiedad y la preocupación y a experimentar el gozo y la satisfacción en la vida cristiana pensando en las cosas que agradan a Dios. De este modo, los cristianos "guardan sus corazones" pensando en lo que es justo, lo que, en consecuencia, transforma su forma de vivir (Proverbios 4:23). Pablo incluye en su lista de virtudes dignas de ocupar la mente del creyente la directiva de "pensar todo lo justo".
¿Cómo podemos cuidar nuestra mente pensando en lo que es justo? La palabra "justo" en el griego original significa "correcto, lo que se ajusta a la justicia, moralmente recto, apropiado".
En particular, el término se refiere a nuestras relaciones con los demás. Un comentario sugiere que pensar en lo justo se refiere a la equidad entre "todas las partes implicadas, aquello que cumple con todas las obligaciones y deudas. Pensar en lo justo le aleja a uno de las disputas y las disensiones para pensar en las necesidades y los derechos de la otra parte" (Anders, M., Gálatas-Colosenses, Vol. 8, Broadman & Holman, 1999, p. 262).
Otro comentario explica que una persona "es 'justa'... y, por tanto, tiene razón cuando da a Dios y a sus semejantes lo que les corresponde. Acepta y cumple con su debido deber para con Dios y los hombres" (Loh, I. y Nida, E. A., A Handbook on Paul's Letter to the Philippians, Sociedades Bíblicas Unidas, 1995, p. 134). En otras palabras "pensar en lo que es justo a los ojos de Dios y de la gente" o "pensar en lo que es justo para todos los involucrados" es una excelente manera de entender el significado de Pablo.
Un área de preocupación que Pablo aborda en su carta a los filipenses es cómo manejar los desacuerdos entre los miembros de la iglesia. Menciona una discusión particular entre dos mujeres de la iglesia: "Ahora les ruego a Evodia y a Síntique, dado que pertenecen al Señor, que arreglen su desacuerdo. Y te pido a ti, mi fiel colaborador, que ayudes a esas dos mujeres, porque trabajaron mucho a mi lado para dar a conocer a otros la Buena Noticia" (Filipenses 4:2-3, NTV).
Anteriormente en la epístola, Pablo exhorta a la iglesia: "completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús" (Filipenses 2:2-5).
Cuando amamos a los demás con humildad y desinterés, cuando estimamos a nuestros hermanos y hermanas como mejores que nosotros mismos, cuando miramos por sus intereses y no solo por los nuestros, estamos pensando en lo justo. Este tipo de pensamiento correcto, especialmente en las relaciones tensas, fomenta la paz y la unidad y propaga el gozo del Señor.
Pensar en lo que es justo es un pensamiento desinteresado. Considera humildemente las formas de animar y edificar a los demás. Se fija en las necesidades de los demás y pone fin a la ambición egoísta y a las riñas. Lo hace todo "sin murmuraciones y contiendas" (Filipenses 2:14). Cristo es la máxima autoridad en materia de rectitud de pensamiento: "En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales" (Filipenses 2:7-8, NTV).
En Efesios 4:2, Pablo repite el mismo sentir: "con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor". Cuando reflexionamos detenidamente sobre lo que es justo, estos pensamientos empiezan a dar forma a nuestra conducta.
La palabra justo también puede referirse a ser recto. El Salmo 11:7 nos dice que Dios mismo es justo y ama y recompensa la justicia en Su pueblo. Cuando Pablo dice: "en esto pensad" al final de Filipenses 4:8, quiere decir que "consideremos, reflexionemos y razonemos" estas virtudes. A continuación, dice: "esto practiquen" (Filipenses 4:9, NBLA). Como creyentes, debemos pensar en lo que es justo y luego razonar cómo vestirnos "del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad" (Efesios 4:24).
El objetivo de llenar nuestra mente con lo que es correcto es llegar a ser como Cristo, el Justo (1 Juan 2:1; Hechos 3:14). A medida que somos transformados por la renovación de nuestra mente (Romanos 12:2), pensando en lo que es correcto, comenzamos a revestirnos "del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando" (Colosenses 3:10).
