Pregunta: ¿Qué significa que la maldad aumentará en los últimos tiempos (Mateo 24:12)?
Respuesta:
En Mateo 24:12, Jesús da a Sus discípulos una visión general del fin de los tiempos. Dice: "y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará". Este versículo es parte de un mensaje más amplio sobre el fin de los tiempos; a menudo se hace referencia al pasaje como el Discurso de los Olivos.
Después de abandonar el templo (Mateo 24:1), Jesús fue y se sentó en el Monte de los Olivos (versículo 3). En ese momento, Sus discípulos se dirigen a Él en privado, y le preguntan: "¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?". En respuesta, Jesús da una visión general de las cosas por venir.
En primer lugar, Jesús advierte a Sus discípulos sobre el engaño. Dice: "Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán" (Mateo 24:4-5).
Luego, Jesús habla de guerras, rumores de guerras, hambres y terremotos (Mateo 24:6-7). Aunque estos acontecimientos nos asusten, Jesús nos asegura que "todo esto será principio de dolores [de parto]" (versículo 8). La expresión dolores de parto se refiere a un período de sufrimiento previo al regreso de Cristo. El apóstol Pablo utiliza una expresión similar en Romanos 8:22-23: "Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo". Los profetas del Antiguo Testamento también utilizaron la metáfora de los dolores de parto para describir el sufrimiento general (ver Isaías 13:8; Jeremías 30:5-7) y el sufrimiento específico (ver Isaías 26:17; Miqueas 4:9-10). Ya sean generales o específicos, los "dolores de parto" que experimentará la tierra señalan el comienzo de un proceso que culminará con el regreso de Cristo.
Al continuar el discurso, Jesús habla de la persecución que sufrirán Sus discípulos. Dice: "Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a mucho" (Mateo 24:9-11). La tribulación, la muerte, el odio y la apostasía son señales de que el fin está cerca. Maldad, dice Jesús, es la palabra que describe este período (versículo 12).
Cuando Jesús dice: "y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará", está hablando de decadencia moral. En los últimos días, habrá un declive o decadencia en las normas y valores morales. La norma santa y justa de Dios para vivir será despreciada. En lugar de seguir la norma de Dios, la humanidad pecadora seguirá su propio camino. La impiedad y la maldad aumentarán.
Pablo también advirtió diciendo: "en los postreros días vendrán tiempos peligrosos" (2 Timoteo 3:1). Expuso la maldad de ese tiempo futuro: "Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios" (2 Timoteo 3:2-4). Como era de esperar, el amor a Dios y al prójimo -los dos mandamientos más importantes- se enfriará. Este es el resultado de la maldad desenfrenada y absoluta.
En medio de este panorama sombrío, Jesús hace brillar una luz de esperanza. De hecho, Él es la única esperanza. Dice: "Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo" (Mateo 24:13). Los que aguanten hasta el fin perseverarán ante la persecución, las falsas enseñanzas y la maldad desenfrenada. Son aquellos cuyo amor no se enfría. Son verdaderamente nacidos de nuevo; son sellados, y sus vidas son transformadas por el Espíritu Santo de poder.